Hagamos un trato

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"Las mejores historias de amor, empiezan de las formas más inesperadas"

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—Me estás diciendo que ella cayó de cielo, ¿Así nada más?.—volvió a preguntar Naruto con incredulidad y escepticismo, observando a la cosa de ojos perla devorar los rollos de canela que habían comprado.

En si, era una vista cuando menos graciosa y ¿Tierna?, Lo que sea, ella, vestía únicamente con un largo camisón negro y unos bóxer suyos, devoraba ávidamente los rollos de canela, con una cara de placer, sus mejillas estaban sonrojadas y llenas, cual ardilla con sus bellotas, pequeñas migas adornaban la comisura de sus labios, mientras continuaba ingiriendo el postre.

—Se que parece una locura, pero es verdad.—contesto observando incrédulo a la chica, preguntándose:

¿Cómo en ese cuerpo tan pequeño alcanzaba esas cantidades casi groseras de alimento?.

Desde que había llegado del trabajo junto a un escéptico Naruto, no habían hecho otra cosa más que observarla comer, desde el contenido de su nevera hasta el de su alacena, continuando con la fruta plástica de la mesa y por último los rollos de canela que Naruto y él habían comprado en el camino.

Sacudiendo la cabeza volteo su mirada a Naruto, de solo verla ya le dolía el estómago, y a juzgar por la mirada en el rostro de Naruto este pensaba igual.

—¿Qué harás con ella?.—preguntó su rubio amigo y socio, con curiosidad.

Él lo observó unos segundos antes de suspirar.—Aunque parezca increíble de creer, te traje aquí y conté todo para que me dieras una idea. Porque yo definitivamente no me estoy quedando con ella.—gruño observándola de reojo, ella aún seguía ensimismada en su comida.

Naruto lo observó unos segundos antes de también suspirar.—Ella es tu responsabilidad. Lo fue desde el momento en el que la trajiste contigo Sasuke.—dijo Naruto con seriedad.—Si lo que dices es cierto y no nos hemos vuelto locos, ella no pertenece aquí, sacarla de tu casa sería como abandonar a un infante a su suerte. Allá afuera hay infinidad de peligros, es un mundo cruel y peligroso que no dudará dos veces en atacarla así no pertenezca a él.—susurro Naruto desviando su azul mirada a Hinata quién curiosamente había dejado de ingerir los rollos y los observaba a ambos expectantes, con sus perlados ojos brillando.

—No puedo quedarme con ella Naruto.—gruño con molestia e incomodidad al sentir la mirada de ella sobre él.

Naruto lo miro unos segundos antes de simplemente sonreír.—Lo que tú no quieres son responsabilidades. Le temes al compromiso.—aseguro Naruto metiendo las manos en sus bolsillos sin dejar de sonreír.—Pero hey, ¡Mírale el lado positivo, con ella aquí los problemas que últimamente tienes se irán en un segundo.—chasquo los dedos Naruto sonriendo pícaramente.

Él lo observó confundido y Naruto solo siguió sonriendo, la desconfianza se deslizó por su ser al imaginar lo que aquella hueca cabeza estaba maquinando.

—¿No estarás…?

—Dile a tus padres que ya tienes una novia, ¡No! Mejor aún diles que ya estás comprometido, ella no se quedará mucho tiempo aquí, y una vez ella se valla(asuminedl que lo haga)diles a tus padres que el compromiso se canceló y no estás cómodo con citas por el momento, ellos lo aceptarán, tu te quedarás con tu amada soledad, envejeceras solo y adoptarás un gato, que se comerá tu cuerpo cuando mueras en el sofá de tu habitación por amargura.—finalizo Naruto con una sonrisa, golpeando su puño contra su palma abierta, asintiendo varias veces a su, según él, genial idea.

Él solo lo observó incrédulo antes de acercarse lo suficiente y darle un fuerte zape en la cabeza que de milagro no lo tumbó al suelo.

—¿¡Qué demonios…!?—se quejo Naruto mirándolo de mala forma
—Fue una estupidez pedirte ayuda con esto. No tienes más que ramen y rubias cabeza hueca en tu cabeza.—gruño dirigiendo su mirada a la cosa de ojos perla que seguía comiendo como si no hubiera mañana.

—¡Oye! ¡Con Ino-chan no te metas!—se quejo Naruto defendiendo a su novia.—Ademas estás en este embrollo por voluntad propia, tu trajiste contigo a esa chica, ella es tú problema y responsabilidad, lo quieras o no. De todos modos creo que ya es hora de que me vaya, quede de reunirme con Ino-chan en una cita y estoy unos minutos tardes.—aviso empezando a caminar a su puerta.

[…]

Estaban sentados ambos cara a cara, ella lo veía fijamente a los ojos y por un pequeño momento se sorprendió al notar que ella le sostenía la mirada como muy pocas personas lo hacían.

Después de que Naruto se fuera había pensado en su estúpido o quizás no tan estúpido plan, y por sorprendente que sonara no era tan mala idea. Esa cosa de ojos perla podía serle de utilidad, es más se ayudarían mutuamente, ella le salvaría de las incómodas pláticas con sus padres sobre el matrimonio y él le brindaría un techo sobre la cabeza y mucha, enormes y groseras cantidades de comida.

Sonrió, haber llevado a Naruto a su casa no había sido tan mala idea después todo.

—Te voy a proponer una cosa, es un ganar-ganar.

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2019 ⏰

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