O2.

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Luz de sol.

Casi nunca el sol la despierta, pero hoy fue una excepción.
Tan temprano como era de imaginarse, el amanecer se cuela por sus ventanas traspasando las cortinas de suave tela, por lo cual consecuentemente, interrumpen el sueño de Lalisa.

Ésta misma, molesta por la luz, se tapa rápidamente los ojos con sus manos tratando de evitar el hecho de que hoy será el primer día en la universidad de Corea, a la cual luego de bastante esfuerzo, adquirió una beca en el país Surcoreano.

Intenta recobrar el sueño pero le es inútil, pues la alarma que programó para las ocho en punto de la mañana, rápidamente empieza a sonar al costado de su cama.
Otro quejido escapa de su boca y su mano que estaba posada en sus ojos, va a apagar el molesto sonido.

"Ya está, no tienes escapatoria. Nerviosa o no, enfréntate a la realidad, a tu afortunada pero difícil realidad." Piensa la tailandesa al momento de levantarse y dirijirse al baño del pasillo para comenzar su día.

Un día como cualquiera en su casa de Tailandia, su madre le llama emocionada desde su trabajo, la mencionada recibió un gmail de la embajada de Corea anunciando que su hija fue una de las 100 alumnas y alumnos seleccionados para ir a concluir estudios universitarios a la reconocida universidad en toda Asia.
Lisa en ese entonces pensó que era un sueño, pero un amargo sueño.
Aquello significaría abandonar su hogar, su familia, sus amigos y su taller de baile. Todo.
Pero también significa muchas puertas abriéndose para su futuro, lo cual supone debe agradecer.
Luego de un mes de aquella noticia, su familia con mucha más emoción que la seleccionada, arrendó un departamento humilde pero con lo necesario para la estadía de la chica en el país ajeno, y así mismo, preparó y planificó el año y los dos meses que se quedaría en Corea.

"No me quedó más que sonreír y aceptar", piensa durante la ducha.

Ahora se encuentra sola, sin nadie conocido en el país, con miedo de que en la prestigiosa universidad se le mire en menos por ser becada.
Pero no todo es tan malo como piensa.

Lisa es una chica que siempre se destacó por ser optimista.

A pesar de condiciones en las que parece todo ir mal, ella ve una pizca de esperanza.
A penas entre a la universidad, piensa tener un pensamiento de conquistar al mundo, quiere que se le reconozca por ser la mejor en la carrera y a la vez, por ser sociable y destacable por su especial alegría, esa que siempre se le felicitó por compartir.

Durante el transcurso de vestirse, desayunar y preparar los materiales, se preparó mentalmente para que en el momento en el que salga de su departamento, sea una tailandesa totalmente confiada en sus habilidades.

Y así fue.

...

"Agh, Dios mío, no pensé que sería tan difícil, quería destacar, pero no de esta manera." Piensa mientras camina por los pasillos del recinto.

Hijas de millonarios hombres, hijos de millonarios empresarios, gente con bastante dinero y gente con un exitoso futuro está opinando de ella superficialmente, y no le gusta, pero sabe que le es un punto a su favor.

Su cara y aura se mantiene igual en cada paso.

Confianza en sí misma.

Camina y camina, pero se le olvidó un gran detalle, ¿dónde queda su sala?

"Primer día y además de destacar por mi ropa, destaco por ser la más despistada, bien hecho".

Se consume en si misma y sin percatarse, un grupo de gente se le acerca al verla desorientada.
Afortunadamente se ven amigables, tanto así que le indican a donde ir para recojer sus papeles e identificación oficial de estudiante de la universidad.

Primer punto, listo. Llamar la atención y conseguir amigos.

Ahora por el resto del día, se quiere enfocar en tener un panorama de la carrera, quiere asegurarse de que sea una educación tan buena como se dice.

Se va despidiendo de sus nuevos amigos y desafortunadamente choca con alguien al no estar atenta por donde camina, de nuevo, despistada.

No dijo nada, ni un "fíjate por donde caminas" ni un "que tonta". Tan solo una mirada.

Tan solo bastó una mirada para que su sangre se congelara.

Una chica con estatura más alta que ella misma, rubia igualmente, con ropa que tiene aspecto de costarle su vida entera y lo más llamativo, labial rojo.

No sabe por qué, pero a penas notaron su presencia, las personas que recién ayudaron a la extranjera, se fueron del lugar.

"Si te mira así, mírala el doblemente peor. Demuestra confianza en tí misma."

Y así fue.

Hasta el más tonto percataría la gran tensión del momento. Dos rubias y extranjeras con bastantes ganas de comerse al mundo se miraron unos escasos segundos, no dijeron nada pero bastaron sus ojos para decir "no te metas conmigo."

Inmediatamente ambas deciden emprender camino a sus aulas para olvidar el pesado momento, pero desafortunadamente, ambas se dirijen al mismo lugar.

Lisa acelera el paso, y tan solo por simple competencia, entra primero a la sala, nuevamente, ganando atención.

Rosé por otro lado, al entrar a la sala, consigue silencio, pero no completo, pues nuevamente, la gente buena para murmurar, lo hace en ese instante.

- ¿Las dos en la misma carrera? ¿Es una broma?

- No sé tú pero yo siento tenso el ambiente.

- Antes de entrar chocaron en el pasillo y las miradas que se dieron podrían haber cortado más que un cuchillo.

- ¿Doble premio o doble problema?

Todos los comentarios de la gente cesaron en el segundo el cual entró el profesor encargado del ramo de la mañana.

Rosé en el extremo derecho y Lisa en el extremo izquierdo con toda su atención al frente.
A pesar de que ambas quieren ser las mejores en todo ámbito, saben diferenciar malos momentos con lo académico.

Obtener las mejores notas. Obtener el premio a la mejor en la carrera ambas quieren, pero ambas tendrán la misma dificultad y complicación.

Lo peor, la complicación es tentativa y de gusto para las chicas.

Podrían decir que no, pero no pueden.

Caerán.

SHE. [Chaelisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora