"Normal" (Cancelado)

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En la mansión Agreste.

Nathalie estaba organizando la agenda de los Agreste con una pequeña sonrisa en su rostro.

No había una chica en el mundo que sea digna de estar con Adrien, pero Marinette quizás era la que mas se acercaba de todas.

Siempre tuvo el ojo sobre ella ya que sospechaba que era cuestión de tiempo para que éso suceda, y hasta le daba miradas serías, mas de lo usual, intentando advertirle que no juegue con Adrien, aunque seguro ella nunca se dio cuenta.

Bueno, al menos ahora Adrien estaría felíz como nunca antes ya que Marinette tenía permitido el acceso a ésa casa, cuando guste.

Es mas, ahora los dos estaban en la habitación de Adrien, jugando videojuegos o algo por el estilo.

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La pequeña sonrisa de la mujer se borró y fruncio el ceño.

Por mas educado que sea Adrien, es impulsivo, y por mas buena que sea ésa chica, era adolescente.

Los dos eran adolescentes.

¿No era normal para los adolescentes, tener sus hormonas alborotadas y querer experimentar nuevas cosas por creer que ya son adultos?

¡No podía permitir éso!

La mujer, se puso de pie y se dirigió a la habitación del chico.

¡¿Cómo es posible que ésos dos se atreven a hacer algo tan... inapropiado, de día y siendo tan notorios?!

Iba a impedir que sigan con sus actos carnales y los iba a reprimir para que usen la cabeza.

-Nathalie.

La mujer, se detuvo y volteó a ver como su jefe se acercaba.

¡Ése era un mal momento!

-No te estés sobre esforzando.- pidió el hombre.

La mujer, lo miró con sus ojos muy abiertos y asintió.

-Sí, señor Agreste, no se preocupe.- exclamó.

El hombre, asintió, no dándole importancia a que lo llamó por su apellido.

Usualmente, Nathalie lo llamaba por su nombre cuando estaban sólos.

Gabriel, miró en dirección de la habitación de su hijo y se acercó unos pasos, quedando a un costado de su secretaria y amiga.

-¿Adrien sigue con su novia?- preguntó.

La mujer, se desconcerto un poco pero asintió.

Adrien, estaba muerto sí su padre lo veía haciendo cosas para adultos.

-Sí... parece que están jugando, bastante... tranquilos, ya que no hacen ruido.

Por un extraño motivo, sintió lástima por Marinette al decir éso.

Gabriel, sonrió levemente, sorprendiendo a la mujer.

Éso no era nada común.

Hasta ella sonreía más que su jefe.

-Cuando los vi... no pude evitar recordar a Emilie y a mí hace años. - susurro el hombre con nostalgia.

Nathalie, se relajó y apoyo una mano sobre el hombro de su jefe.

-No te preocupes, Gabriel, un día, Emilie estará de regreso y conocerá a la novia de Adrien, personalmente.

Al oír éso, hasta el tan serio Gabriel Agreste, sintió algo de lástima por su hijo y por ésa chica.

Iba a ser una competencia de quien se sonroja más.

-Así será.- exclamó el hombre antes de darse media vuelta e ir de regreso a su oficina.

Le hubiese gustado hablar mas con ésa niña anteriormente, pero no era el momento.

Ahora dejaría que pasé algo de tiempo con Adrien.

Nathalie, se acomodó los anteojos con una pequeña sonrisa.

Su jefe debía mostrar ése lado, más seguido pero con Adrien.

Seguro que Adrien se pondría muy felíz por éso...

"¡Adrien!"

Recordando su misión de detener algo "normal" entre dos adolescentes, se dirigió a la habitación del chico.

Ella recibió permiso de Marinette, así que no podían reclamarle.

La mujer, se detuvo delante de la puerta y sus mejillas se sonrojaron.

Debía cuidar a Adrien y ahora, también debía cuidar a Marinette.

Con decisión, abrió la puerta de la habitación.

-D-detenganse.

Y con vergüenza, habló mientras se cubría los ojos con una mano.

¡Éso era muy vergonzoso!

-Pero Marinette es mejor que yo y me está enseñando.

¡¿Qué cosa acababa de decir Adrien?!

La mujer, sacó la mano de sus ojos y miró con seriedad a los adolescentes, para ver como estaban... estudiando.

¡¿Qué clase de pareja se pone a estudiar la primera vez que uno tiene permiso de ir a la casa del otro y estar a solas?!

¡Éso no era normal!

Marinette, levantó su mano y la mujer le dio una mirada, sería.

-Disculpe que la molesté, pero... ¿me podría ayudar con algo?
Adrien no sabe explicarme.- pidió la azabache con algo de timidez.

Nathalie, relajó su mirada y se calmó.

No podía creer que se hizo ideas raras.

Sentía vergüenza de ella misma.

-Sólo un minuto.- exclamó la mujer antes de acercarse a los dos y explicarles las cosas que no eran capaces de entender con claridad.

Quizás, podía confiar en ésos dos.

Mientras Nathalie le explicaba a Marinette lo que no entendía, Adrien, suspiro resignado.

Faltó tan poco para ponerse romántico con Marinette y darle muchos besos.

Continuará...
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¡Hola!

Lo que dice y lo que piensa.

Aquí Nathalie habla de manera... normal para ella, pero piensa un sin fín de cosas gracias a que recibió el permiso de intervenir.

Ahora que recuerdo, creo que hace no mucho alguien me pidió una historia como está (no recuerdo quien)
Espero que sea de tu gusto como va yendo.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...