¡Ya Basta Min YoonGi! | Yoonseok

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No cabía en felicidad, le había dicho que sí. Era tan gratificante y satisfactorio saberse aceptado y no rechazado.

—Oye, quita esa sonrisa comienzas a asustarme—escuchó la inconfundible voz de su menor, rodando sus ojos, soltó un bufido mientras se cruzaba de brazos—¿Ya sabes a dónde lo llevarás?.

—No—contestó tajante.

—¿Al menos especificaste hora?.

—No.

—¿Día?.

—No.

—¿Un presente?.

—No.

—¿Seguirás diciendo no?.

—No-¡Digo sí!.—exclamó con voz presurosa, dándose cuenta que, jungkook le había tomado el pelo. Escuchando la estruendosa carcajada del alfa menor.—idiota—murmuró.

—bueno, ya.—el menor río levemente, nunca en todos sus años de vida. Había visto a su hyung actuar de una forma...tan peculiar en él. Es decir, hablamos del Min-desgraciado-yoongi, pero con su nuevo comportamiento risueño y enamoradizo, las cosas cambian radicalmente a: Min-enamorado-idiotizado-yoongi.—¿Necesitarás ayuda en algo hermanito?.

El alfa rodó los ojos ante el diminutivo. Pero eso era una nimiedad comparado a todo lo que enfrentaría ese día, porque sí.

Hoy era la cita.

—De hecho no.—el pelimorado le miró desconcertado—es decir, puede que no tenga un plan concreto, pero por algo existe la cita improvisada ¿No?.

Escuchó el impacto de una palma, y un suspiro cansino. Optando por ignorar aquello, conocía perfectamente eso. Al igual que el sermón que se dedicaba a recordarle cada día.

—Yo...oh por dios, yoongi en verdad eres todo un caso...

Pero curiosamente ese día no hubo sermones ni reproches. Altamente extraño...

[…]

—¡JUNG HOSEOK ABRE LA MALDITA PUERTA!—La voz chillona de Park Jimin rebotó en cada rincón de la estancia.

Más precisos en los pasillos de las escaleras.

—¡No puede retractarte ahora, faltan dos malditas horas!

—¡Déjame en paz Park!—al otro lado de la puerta, sellada con pestillo. Yacía un Omega desparramado en la comodidad de su cama, sumergido en las cuatro paredes seguras de su recámara tintada en un ligero verde.—solo, solo...¡Necesito cinco minutos más!, ¡Si, eso!.

Se escuchó un peso apoyarse en la puerta, deslizándose con derrota sobre la superficie; madera de roble, altamente duradera y resistente. Seguido de un suspiro lastimero.

Parece que el inmutable Jimin al fin había tirado la toalla, había dado su brazo a torcer, había desistido con su persistencia.

—Habías dicho eso exactamente una hora atrás—refunfuñó inconforme—pero, no me dejas de otra Hoseok.

Una malévola y brillante idea había cruzado como una luz en su cabeza, una luz que vino a despejar toda la penumbra en la que se hacía sumergido, una luz que le dió las respuestas y las herramientas para sacar a Hoseok de esa habitación.

Y cuando a jimin se le iluminaba con una idea—por más loca que fuera—, nada ni nadie podía hacerlo desistir o tan siquiera cambiar de opinión, Park Jimin era un hueso duro de roer, un potro difícil de domar, un chico de armas tomar. Todo eso y mucho más...

—Hoseokie~, ¿En verdad no piensas salir de allí?~

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Hi, espero y les haya gustado el capítulo. Me he sentido mal del estómago últimamente...y no he podido actualizar debido a que mi hermana requiere todas mis atenciones...mis más sinceras disculpas lobitos/as 😔.

Mmm, me he quedado sin datos también—misteriosamente—, así que espero y no les moleste que haya desaparecido un tiempo limitado.

Gracias por sus votos y comentarios 💕💕.

Feliz día/tarde/noche 🐾🐾💕.