Me queda un peldaño (Parte 5)

16 5 3
                                    

Algo muy extraño ha pasado, toda la resistencia que oponía la escalera ha cesado de forma brusca. Mi pierna derecha ha podido despegar con destino al último peldaño. Mi dolorida rodilla se está doblando, es la primera vez que voy a tocar el escalón final. No soy capaz de describir la sensación que siento ahora mismo.

¡Lo he hecho! ¡He subido!

Un momento... algo no va bien. Delante de mí ha aparecido un nuevo peldaño. Lo subo, nada me lo impide... pero aparece otro... y otro... Acelero mi ritmo, pero siempre me queda un peldaño. ¿Acaso la escalera es mucho mayor de lo que la vista puede ver? Es imposible, no hay tantos metros del suelo al techo. Ya debería estar arriba. ¿Tendrá algo que ver con el extraño efecto de la luz?¿Será que algo impide a la luz mostrarme más de un escalón? ¿O acaso se están creando escalones de la nada?

Veo algo, hay un papel. Parece una hoja de cuaderno arrancada, me agacho a recogerla. Prácticamente no se ve nada, la tengo en la mano pero no puedo leerla. Me giro para buscar la tenue luz que entra por debajo de la puerta. Pero ya no hay nada de claridad... Será que estoy subiendo tanto que me he alejado mucho de la entrada. Solo puedo ver el escalón donde estoy y el siguiente.

No sé que hacer... sin referencias visuales de ningún tipo, tengo la sensación de no avanzar. Me estoy poniendo nervioso, cada vez más. A pesar de mi estado lamentable corro desesperadamente... hasta que tropiezo y me caigo. Creo que me he roto algo, me palpo la pierna derecha y entonces lo noto. Ha estado ahí todo el tiempo, pero me había olvidado.

Antes de venir a la escalera estuve quemando rastrojos en el patio. Aún llevo el encendedor en el bolsillo del pantalón. Cuando lo prendo noto como la llama también huye de la escalera... Es como si una fuerza la impulsara hacia atrás... Tumbado como estoy en los escalones, me voy girando poco a poco hasta ponerme pendiente abajo.

Con mucho cuidado acercó la llama al papel. Definitivamente es una hoja arrancada, pero no de un cuaderno, sino de un diario. Reconozco la letra, lo ha escrito la chica.

"Todo lo que he hecho ha sido en balde. Ojalá hubiera tomado otras decisiones. Creí que podría resolver esto, detenerlo... Espero que Dios se apiade de mi alma y me perdone, pensé que serviría de algo... Debimos huir cuando pasó lo de mamá."

Le doy la vuelta a la hoja, detrás hay un dibujo. Es la escalera, hay unas indicaciones, no lo entiendo del todo bien. Leo cosas sueltas: "plano de contención", "barrera lumínica", "efecto infinito". También hay un plano de lo que sería el altillo, está manchado de sangre. Casi no distingo nada, hay un cuadrado en el centro de la sala marcado con "prisión humana"

He decidido bajar, lo que sea que hay en el altillo es peligroso. No entiendo que me llevaba a querer subir, ahora solo siento pánico. Quiero irme, ya no puedo ponerme en pie. Pero voy reptando escaleras abajo. Voy escalón a escalón... muy lento. Se me está haciendo eterno, espero con ansia ver la luz por debajo de la puerta. Pero todo sigue oscuro, me falta el aire, me estoy mareando... siento que voy a desmayarme. No puedo dejar que eso pase, tengo que seguir, solo un poco más. Seguro que ya no me falta mucho, debo controlar mi mente.

Estoy aterrado, no sé que me pasa. Nunca me había sentido así, grito, lloro y maldigo. No puedo más, voy a rendirme... ¡Un momento ahí esta la luz! ¡La veo!

Cuento, ya solo me quedan cuatro más. Tres, dos, me queda un peldaño...



Me queda un peldañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora