No sé a dónde me lleva esa escalera... He estado ahí muchas veces. Es un lugar frío, solo hay un poco de luz, la que se cuela por la rendija de la vieja puerta de madera. Me siento bloqueado, como si una fuerza tirara de mí. No hay nadie, pero siento que algo está ahí... Me sujeta. Me coge por los hombros y me impide avanzar.
Al final siempre me zafo de eso que me ata. Al menos durante los primeros cuatro escalones. Luego... luego todo empeora.
Continúo avanzando, pero me vuelvo pesado. Los escalones crujen cada vez que planto mi pie sobre ellos. Me torno tan pesado que me cuesta respirar, mi corazón se acelera y mis rodillas se doblegan.
Los últimos peldaños son los peores. Siento tal presión sobre mí que me sangran los oídos. Cuando solo me restan cuatro por subir, empiezan a partirse. Supongo que no soportan el peso. Las astillas me atraviesan las piernas, se clavan en mi carne como agujas.
Hago un último esfuerzo, haciendo fuerza con mis brazos sobre las paredes. Pues la escalera es estrecha y carece de pasamanos. Mi corazón va a explotar y sangro mucho.
Me queda un peldaño...
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Me queda un peldaño
TerrorUna historia de terror narrada en primera persona. La acción sucede en una escalera que conduce al piso superior de una antigua casa. Describir más sería estropear el relato, la pregunta ahora es... ¿Te atreves a subir?