Un sentimiento inesperado [ Adoptada (De Crazy_Dani)]

Capitulo 7 "Adaptándose"

Era otra hermosa mañana en Konoha, de esas que te provocaban salir y correr hasta morir, como en el caso de Lee y Gai, o levantarte temprano para poder burlarte de tu hijastro mil años más viejo que tú, como en el caso de Naruto, quien desde temprano se había despertado para ese bello espectáculo de humillación que presenciaría. Ese día Zetsu iría a la academia, lo que significaba que tendría más tiempo para pasarlo al lado de su querida Kaguya quien cada día se veía más bella y feliz. La sola idea de poder tener una cita con ella era algo que lo emocionaba hasta la última fibra de su ser y casi se muere de alegría al saber que Zetsu iría a la academia por las mañanas, lo cual significaba que podría pasar más tiempo con su diosa para conocerla mejor.

― Hoy es el gran día― dijo Naruto muy animado mientras se desviste y se pone una toalla para luego irse a dar una ducha, ese día debía de estar ¡extra guapo!, ya que posiblemente iría a dar una vuelta con su amada por la aldea y debía de estar hermoso para no desentonar con ella, o eso era lo que él piensa pues los demás dicen que es al revés, pero eso era algo que no le interesa.

...

Mientras tanto en la cocina, Kaguya preparaba sus tostadas de mermelada y mantequilla de maní para tenerles listo a su retoño y su amado rubio.

― La tecnología es confusa― susurraba para sí mientras sacaba la mermelada del refrigerador de la cocina. Si bien Naruto le había explicado varias cosas del mundo actual como la tecnología y el desarrollo en general, seguía sintiéndose estúpida por asombrarse de cada cosa que veía, pero aun así hacía su mejor esfuerzo para integrarse al nuevo mundo, aunque el nuevo mundo tratase de alejarse de ella, pero eso no le importaba ya que mientras tuviera a Naruto y a Zetsu con ella nada más le preocupaba, nada además de Zetsu pues el pobre no se veía tan contento con la idea de ir a la academia y eso le preocupaba un poco. Kaguya se había pasado toda la noche pensando en cómo sería el primer día de su retoño juntándose con los demás niños, ¿serían buenos con él, tratarían de pegarle por ser diferente como con Hamura y Hagoromo ó terminarían por volverse amigos suyos el primer día?, esas y más preguntas asaltaban su mente desde las dos de la mañana, por un momento había pensado en despertar a Naruto para que le dijera cómo era la academia, pero se veía tan lindo durmiendo que no pudo despertarlo por lo que solo frotó los bigotes de sus mejillas y luego lo dejó dormir en paz.

Aún cuando Kaguya era una diosa, cosas como el orgullo, la autoestima y la vergüenza le afectaban por lo que esperaba que Zetsu fuera un alumno modelo para poder sentirse orgullosa de él.

― ¡Buenos días!/Buenos días― saludaron ambos Zetsu, aunque uno con más ánimos que el otro. Zetsu al igual que su mami se había pasado la noche pensando en cómo zafarse de esa tonta idea de ir a la academia, ¿en qué cabeza cabía que un criminal desalmado de rango S iba a ir a la academia ninja con otros niños? Claro, eso solo podría caber en la cabeza de su madre y en la de nadie más. El que hubiera sido idea de su madre era la única razón por la cual no había replicado demasiado en no ir, de verdad intentó negarse, pero esos brillosos ojos llenos de ilusión de Kaguya eran suficientes para hacerlo caer, además él quería darle gusto, al menos por ahora.

― ¡Buenos días mi niño! ― saludó la peliplata corriendo a abrazar a su pequeño y frotar su mejilla con la de él en un gesto lleno de afecto― siéntate y en un momento te sirvo tus tostadas― ordenó mientras regresa a su tarea de untar rebanadas de pan con mermelada.

― (Si hay un dios arriba solo espero que oiga mi ruego y que me mate rápido) ―pensó Zetsu negro rogando por morir de forma rápida para no tener que ir a la academia.

― (Deja de ser tan quejumbroso, mira que eso la hace feliz y no es como si tuviéramos algo mejor que hacer) ―replicó Zetsu blanco con algo de molestia. Zetsu negro solo suspiró molesto y aceptó su destino de ser la burla de todos, ese día. Si con eso podía poner una sonrisa en el rostro de su madre, pues bienvenida fuera toda la vergüenza del mundo. De verdad que Zetsu podría ser el hijo del año.