Cuenta regresiva

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Luego de esa noche en la que me contaste sobre la noticia respecto a tu viaje y tu mudanza de tiempo indefinido, pasábamos mucho mas tiempo juntos, pues yo tenía menos trabajo ya que pronto dejaría mi roll de profesor, ya que solo era algo temporal e inesperado y tú tenías unas cortas vacaciones en lo que te definían la fecha para asumir tu nuevo cargo laboral.

Hicimos una lista de actividades y lugares que visitaríamos antes de marcharte para divertirnos durante estos días. Tus propuestas fueron muy extremas como el Bungee Jumping, que básicamente es tirarse desde un puente, bien asegurado a una cuerda y con expertos, claro está, también el trekking que es similar al senderismo solo que la diferencia es que en el trekking consiste en recorrer a pie largas distancias o zonas determinadas, generalmente el recorrido dura tres días, mientras que el senderismo la distancia en recorrer es más corta y puede hacerce en un día. Mis recomendaciones fueron más calmadas como tomar un curso de cocina o de baile juntos, algo de buceo, ciclismo y algo de básquet.

Te animaste con la idea que ese mismo momento luego de terminar la lista mencionada, comenzamos por hacer deporte juntos elegimos voleibol, aunque solo querías presumirme lo bien que jugabas y que en tu época de colegiala eras una de las mejores en de tu clase. Lo maravilloso de todo era ese brillo en tu mirar, y la pasión con que jugabas.

Después de un buen rato, paramos para descansar, estabas bañada en sudor, acordáste tu cabello y nuevamente te hiciste tu coleta luego de eso tomaste un poco de agua, derramaste un par de gotas que recorrían com descaro desde tu rostro hasta tus senos, eso me pareció jodidamente sexy y me puse mal, tú lo notaste y solo me seducias con descaro y te burlabas un poco. Ante tus burlas te susurré al oído.

—En mi defensa eres tremendamente sexy, me tienes loco por ti, tanto que en este mismo momento anhelo hacerte el amor aquí y ahora sin importar quién haya en este lugar.

Te sonrojaste tanto y no solo por mis palabras sino porque estábamos ante la mirada de varios espectadores.

—Mejor deberíamos irnos de aquí antes que gracias a ti terminen por echarnos por actos inmorales públicos.

Después de bromear con eso pasamos por algo de comer y regresamos a mi casa a seguir viendo series juntos y tal vez algo más, al terminar y te llevaría a tu casa.

Más tarde al dejarte en la puerta de tu casa, me comentaste cada detalle que habías planeado sobre tu estadía y tu nuevo trabajo. Tenías todo fríamente calculado, a mi solo me importaba verte feliz.

Podía ver lo emocionada que estabas en tus ojos, esos preciosos ojos soñadores, sin duda alguna sería un gran avance personal en tu vida.

—Amorcito me quedare temporalmente en casa de unos parientes, pues viven cerca donde trabajaré.

—Me parece bien, así te cuidan y de paso espantan a tus futuros pretendientes ya que yo no podré hacerlo.

—Jajaja ay amorcito si solo tengo ojos para ti.

—Bueno pero estarás lejos y quizás habrán mejores chicos que yo —Deje escapar mi inseguridad por un momento.

—Pero a quien amo es a ti y por eso eres perfecto para mi.

—Y tú eres perfectamente hermosa, ¿lo sabias?

—Si, porque tú me lo dices siempre amor, aunque...

—Nada, eres perfecta, hermosa, súper sexy y punto. —Te decía entre pequeños besos.

Quería alejar de tu mente las dudas e inseguridades que parecían surgir.

—Te amo —Me dijiste y me abrazaste. —De verdad te amo Derek.

—Yo también te amo. —Te amo tanto y no te imaginas cuánto.

En ese momento nos interrumpió la vibración de tu celular. Revisaste tu teléfono, era una notificación indicando que te llegó un nuevo email.

—Derek me acaba de llegar un correo en el cual me dicen que inicio mi nuevo cargo a principios del mes próximo.

—Eso es muy pronto Anne —Dije desanimado.

—Lo se amor, tampoco esperaba que fuera tan pronto, pero sabes que me debo ir... Aunque no quisiera separarme de ti.

—Bueno son cosas del destino, lo único que podemos hacer es aceptarlo y aprovechar estos días juntos —Te sonreí, me sonreíste de vuelta.

De la nada abren la puerta de tu casa para que entrarás en ella, esto era como un dejavu, sentía que debía raptarte y vivir contigo, bueno al menos por estos días pues sólo quería tenerte para mi.

—Debo entrar ya, entonces hasta mañana amorcito, esperó tengas lindos sueños —Me besaste, uff era lo mejor del mundo probar esos seductores labios.

—Hasta mañana, descansa amor... Amor ¿puedes quedarte conmigo todo el fin de semana? Quiero tenerte solo para mi, ya que comenzó desde hoy la cuenta regresiva.

—Si que exageras amorcito lindo, pero si, me gusta esa idea solamente le avisaré a mi familia que este fin seré solo para ti.

—Bien siendo así, ahora si me voy amor, entra ya baby.

—Chao mi Derek.

De nuevo estaba rumbo a casa, me hacia falta tu calor, tu aroma, tus labios, tu risa, toda tú.
Ya me aburría estar en casa sin ti. Lo que me consuela es que el fin de semana solo era para nosotros dos sin restricciones de nada.

Pensaba que debería aprovechar al máximo cada momento juntos y para eso debía intentar ser un mejor novio para ti, uno mas detallista, más atento, estar más para tí.

Estaba realmente feliz y enamorado, tanto que podría gritarselo al mundo entero.

Ya en casa no pude evitar recordar aquella imagen tuya tan sexy cuando jugamos al voleibol, ese momento se grabó en mi mente, y admito que me sonroje un poco pues se me vinieron a la mente unos pensamientos algo indecorosos debido a eso.

De verdad que el destino me había premiado contigo, todo estaba fluyendo de manera genial y eso me encantaba ya que todo iba por buen camino.

Me serví algo de café, revise un par de documentos, luego de terminar con eso, fui hasta mi ventana contemple la hermosa noche antes de irme a dormir.

Tú, mi efecto mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora