Muchos me dicen que soy muy blando para este trabajo, y que hay veces en las que hasta soy un "ángel". Sé que no soy el más antiguo en este trabajo. Pero al jefe le gusta lo que hago.
Castigo a los suicidas, como aquel chico que saltó de un puente, o ese chico que ahora solo puede ser visto por su hermano. Hay veces en las que dejo salir a uno que otro demonio para que se diviertan un poco. Debo decir que "la demonio violinista" me encanta. También implanto esa idea maliciosa en uno que otro ser humano.
Hay veces que ocurren ciertos accidentes y una que otra bestia escapa. Pero veo que algunas personas saben manejarlo por su cuenta.
Cuando el jefe sale del infierno para divertirse, me quedo a cargo del lugar.
No conozco la superficie. O no estoy seguro de si alguna vez la conocí. Pero en este momento, me gusta mi trabajo, y cada vez el jefe me destaca como "el empleado del mes".
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