otro poema para calmar la sed

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grietas en mi piel
   se absorbe
el aroma de la noche
rocío frío
que cubre mi alma
  en paz
con mi caos mental
  hoy tranquilo

las luces del cielo
    l a t e n
la fugacidad del brillo
   me ciega
oh, cariño,
pienso que loo relámpagos
   son como alertas
nos avisan apresurados
  de la furiosa tormenta
antes que la ventisca
reseque nuestros
  labios abiertos

melodías se mezclan
  con el ruido blanco
de la lluvia
   la calma
es como un beso
  que acaricia
las esquinas
  de este viejo cuaderno

no confío
  en los poetas
que no escriben poesía
  esos que te miran superiores
con méritos y
  demasiadas horas de sueño
me gustan los poetas
  que creen que sus ojeras
los salvaran
  y por poner la poesía tan alto
nunca se dejan de arrastrar

este huracán
es más como
un lugar fantasmal
  las hojas me miran
y yo con la tinta
me derramo sin
pensar en nada más

mirarte en las paredes
y las manchas de pintura
  buscarte en las estrellas
porque eres demasiado
para la mezquindad de la tierra
  termino versándote
encontrando flores
plantadas en la acera
que rodea tu cintura

estas letras
  se envuelven
entre olas
espuma de mar
  enjuagan mi mente
corro en círculos
dedicándole canciones a la nada
mientras un pétalo dulzón
me lleva a este cierre

El canto de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora