El camino de vuelta a mí

Diario

Decidí que este espacio va a ser más un diario. No de consignación diaria o algo así, solo para cuándo me sienta como hoy, ahogada y desdichada sin ganas de esto a lo que llamamos vida.

Tenemos mil definiciones de Vida. Pero todas las definiciones desembocan en qué sea lo que sea (entidad física, abstracción espacio temporal, sueño o realidad) debe ser feliz. Y aquí entramos a definir una abstracción física tan vieja como el tiempo mismo y algo que aunque probemos nunca estaremos seguros de que así sea.

He encontrado definiciones bellas y hasta poéticas, cosas como que en la felicidad hay mucha tristeza, comparaciones con montañas, caminos, escaleras y otros objetos cotidianos. Inclusión de valores como la verdad literal y apegadas su concepto de no engaños, mentiras juegos o esconder lo que sucede.

Estoy aplicando ese concepto en este momento; la verdad, y es complejo.

Fue difícil darme cuenta que sigo rota, demasiado. Descubrir que tengo heridas que decidí no cerrar y otras con las que no he logrado nada. Ver qué me hago más daño y que he tomado caminos a los que no pensé recurrir para curarme.

Y si, no voy a negar que la pasión y los deseos carnales han saciado mi sed de muchas experiencias, de muchas personas, de muchos momentos. En ese albergue físico y corporal he encontrado una faceta mía que desconocía y que hasta ahora no he aprovechado como quisiera, no ha nivel experiencial, a nivel emocional.

Aún me reprocho que soy muy emocional y trascendental y querer luchar contra eso puede ser una guerra perdida desde el inicio, pero sinceramente es algo con lo que no deseo lidiar más.

Ver qué a los que llamo amigos y les cuento intimidades han traicionado mi confianza ha sido devastador, sobre todo porque he promovido la confianza a un punto riesgoso y porque, siendo honesta, jamás haría eso con ellos a menos que sintiera que requieren ayuda profesional que yo no puedo proveer.

Tengo mucho por recorrer y aprender. Demasiadas cosas que me abordan ahora y que no me dejan respirar.

Pero supongo que esto es la vida.
Reconocerte débil y estúpido pero a la vez saberte lleno de las capacidades suficientes para afrontar el aprendizaje que te convertirá en un vividor empírico.