Las madrugadas frías y oscuras son el mejor terapeuta, la luna brilla para iluminar un poco tu alma.
En las mañanas te levantas, maquillas tus ojeras y buscas una sonrisa en el armario, sales y simplemente tratas de aparentar ser fuerte.
Pasas el día riendo a carcajadas con tus amigos pero... alguno sabe realmente cómo te sientes? dicen estar allí para ti, prometen no irse, pero salen corriendo tras la primera cara bonita que ven.
pasas las tardes de cuerpo presente pero de mente ausente, y así, vas por la vida maquillando ojeras, ocultando lagrimas y exhibiendo sonrisas.
Todos creen que estas bien, nadie sospecha nada, pero realmente solo quieres recuperar la purpurina de tu mirada y el brillo de tu sonrisa.
Amas las noches porque puedes llorar a mares, empapar la almohada y nadie verá nada... Nadie sabrá de tus malas noches.
y asi vas, sonriendole a la vida con una tristeza amarga, llenando mares con lágrimas saladas, con el corazon roto y extrañando la purpurina de las miradas.