Extraño

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Hace un tiempo que no podía llamar a su vida "normal" bueno no es como si en algún punto lo fuera, la cosa es que no había elementos insólitos como ahora, a veces extrañaba esa calma relativa en donde tenía sus sueños de conquista mundial.

Se pregunto muchas veces que hubiera sucedido si las cosas fueran un poco diferentes, aunque siendo sincero consigo mismo ya no podía imaginarlo ni un poco. Sin embargo, eso no era importante en este momento.

Dejo su laboratorio había estado trabajando en una nueva versión de sus robots había logrado hacer la mejora, resistencia a la magia, después de mucho investigar e invertir tiempo logro descifrar lo que le había hecho falta.

Después de ese gran logro merecía un descanso, si se estaba autoalabando pero a diferencia de otras veces esta se lo ganó, ja que besaran su blanco trasero los científicos actuales aun el padre de Kimiko, nadie había avanzado tanto en el rubro como él.

Cuando se dirigió para tomar una ducha y dormir un poco se topó con una escena un poco peculiar, de hecho se preguntó si no estaba teniendo una alucinación a causa de su falta de sueño, se tallo los ojos, ahí en su estancia se encontraban los tres heylins, no era raro que Wuya y Hannibal interrumpieran, pero ¿Por qué estaba Chase con ellos? Eso era extraño y alarmante lo vieras como lo vieras, tras unos segundos se dio cuenta que no era algo causado por su cerebro.

La cosa era que él no los quería ahí, siempre que se relacionaba con ellos las cosas no salían para nada bien, su integridad siempre estaba en riesgo, con pasos lentos intentó regresar al laboratorio y atrincherarse en él, no tuvo tanta suerte Wuya lo había visto a paso apresurado intentó acercarse.

Se dio la vuelta y corrió a su sótano cerrando la puerta bien eso no serviría en realidad, así que tomo algunas cosas, tenía una salida por cualquier emergencia había sido muy buena idea ya que la entrada seria violada en pocos segundos, era ahora o nunca, no tenía intenciones de que lo envolvieran en cualquier cosa que estuvieran planeando se negaba completamente.

—Vuelve aquí Jack pequeña alimaña— la mujer grito pero ya estaba lo suficientemente lejos para no tener que lidiar con ella, el problema eran los otros dos pero para su fortuna no habían salido para derribarlo.

—¿Qué diablos? — bien sentía que aquello no era una buena señal, por un momento sintió arrepentimiento ¿Quién sabe qué cosa le esperaría por huir? En algún momento tendría que regresar a casa.

—ah, debo mudarme — bromeo consigo mismo, descendió en un pequeño paramo, probablemente tendría un rango de una hora o dos, contando que esos tres se quedarán discutiendo, el único ahí que le encontraría inmediatamente seria Chase, pero tendría que llevar a los otros dos a su casa conociéndolos eso terminaría en una disputa.

Se acostó en un árbol, primero descansaría un momento después se preocuparía no podía pensar bien con el cansancio que tenía, cerro sus ojos, pero en días así las cosas nunca salían según lo planedo.

—Jack — era una voz inconfundible no solo la de él sino la del resto.

—Maldita sea Omi, solo quiero dormir un momento es todo —intentó alejarlo un poco su cerebro estaba cansado.

—Jack deja de estar jugando —bruscamente fue levantado de su gabardina esa chica debía controlar su mal carácter, fue entonces que sus neuronas hicieron su sinapsis.

—¿Cómo rayos me encontraron, no estoy en casa? —

—Bueno eso se debe a mi rastreamos tu olor — miro de manera extraña a Dojo, abrí y cerré la boca pero preferiría no saber los detalles, deicidio dejarlo así.

InusualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora