Layla Anette Romanov de Brittia, princesa imperial y heredera al trono del imperio Brittia. Nieta del emperador Eibom, actual emperador de obelia.
Esta bella princesa poco a poco va cautivando con su inocencia el frió corazón de los hermanos Alger...
Hace muchos años cuando Eibom de Alger obelia asumió al trono, se casó con varias esposas que beneficiaban a su imperio. Pero ninguna logro llegar al puesto de emperatriz, una de sus esposas tuvo a su heredero, Athanasio. Y una sirvienta del palacio tuvo a su segundo hijo, Claude.
El emperador no tuvo ningún otro hijo o al menos eso pensaban. A temprana edad los príncipes descubrieron que su padre cuando tan solo tenía 14 años tuvo una relación prohibida con la princesa imperial de Brittia. El imperio de las brujas, un imperio que solo era liderado por mujeres.
Siempre hubo una profunda enemistad entre los dos imperios, obelia era regido por los magos y Brittia era regido por las brujas.
Hasta que la futura emperatriz y el futuro emperador de los dos imperios tuvieron un encuentro inesperado en un baile de máscaras sin siquiera saber quiénes eran y se unieron ante la luz de la luna. La futura emperatriz había quedado embarazada y su madre al saber quién era el progenitor de su primer nieto tuvo un ataque de ira.
Casi se desata una guerra infernal pero habían hecho un trato.
El príncipe Eibom, el heredero al trono, jamás trataría de conocer a su primogénito. Ese niño jamás tendría relación alguna con el imperio obeliano. Muy a su pesar Eibom aceptó, jamás conoció a su primer hijo. Solo supo que era un niño y que se llamaba Aetherius.
Los años pasaron y Eibom se convirtió en emperador, supo que la madre de su primer hijo se había convertido en emperatriz. Volvieron a pasar los años y cuando tuvo 2 hijos más, a los años se enteró que su primer hijo se había convertido en el padre de la futura emperatriz.
Estaba orgulloso, Eibom no lo conocía pero siempre anhelo conocerlo. Él había quedado embelesado con la belleza de la princesa de brittia pero su relación era prohibida. Hasta se podía decir que el emperador se había enamorado de la emperatriz de Brittia, anhelaba conocer a su hijo, anhelaba tenerlos a ellos dos a su lado. Él quería que fueran una familia, pero no podía lograr ese sueño.
Podrían formar un tratado de paz por medio de un matrimonio pero la sociedad y el templo armarian una revolución y todo se vendría abajo.
Para unir sus imperios debía de ocurrir un milagro.
Aetherius con tan solo 16 años ya era un excelente príncipe, era sabio, inteligente y fuerte, era un prodigio y era un Dios en las batallas. Pero no solo era un gran y heroico príncipe sino que sería un gran padre.
Eibom estaba emocionado por la noticia, iba a tener una nieta, debía de tratar de conocer a su hijo y a su nieta.
Athanasio de 7 años y Claude de 4 años se habían enterado que tenían un hermano mayor y que ahora tenían una sobrina de tan solo 2 años.
Todo fue un shock para los dos niños pero no podían evitar sentir curiosidad por la princesa y el príncipe de Brittia.
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-hijo ten paciencia.
La hermosa emperatriz de largo cabello rosa lavanda, unos grandes ojos rojos tan brillantes como el rubi, le sonrio tratando de tranquilizar al príncipe. A pesar de tener 30 años seguía siendo la mujer más hermosa del imperio.
Aunque eso era natural en las brujas, la juventud y belleza eterna era uno de los puntos principales entre las brujas.
El príncipe Aetherius era un joven apuesto y elegante, su cabello era dorado como el de su padre pero sus ojos eran rojos como los de su madre.
Así como la realeza de obelia demostraba su sangre Real a través de sus ojos. Las joyas imperiales, la realeza de Brittia demostraba su sangre Real por su cabello rosa en distintas tonalidades o por sus ojos rubi.
En obelia la joya imperial era el cerúleo azul y en Brittia la joya imperial era el rubi.
-estoy nervioso -susurro suspirando haciendo que su madre lo mire enternecida.
Los dos estaban fuera de la habitación de una de las damas del harem del príncipe.
-es normal, agradece no haber sido mujer o tú estarías ahí adentro -solto una risa divertida al ver el rostro de espanto del rubio.
Un llanto enérgico y fuerte lo exaltó, miraron a la puerta y luego se sonrieron alegres.
-su majestad!, es una niña! -una de las sirvientas salió apresurada del cuarto dejando en shock a los dos presentes con la noticia.
El rubio sonrio feliz y entro al cuarto, ignoro por completo a la mujer rubia y miro el pequeño bulto que se movía en los brazos de una de las sirvientas.
Se acercó a ella y poco a poco la agarro con suavidad. Sonrio con suavidad al ver el pequeño ser que se movía en sus brazos y soltaba pequeñas lagrimas.
-hn, eres una llorona hija -susurro logrando llamar la atención de la bebé, ella abrió sus ojos demostrando las joyas imperiales y aetherius rió al ver que su poco cabello era del mismo color que el de su madre.
Lo más seguro es que su madre sería la primer persona en darle todos los gustos a su pequeña princesa.
-hijo? -la emperatriz entró al cuarto haciendo que todos hagan una reverencia.
La reciente madre apreto sus labios mirando con irritación a la emperatriz, ella luchó mucho por capturar la atención del príncipe y estaba orgullosa por haber dado a luz a una princesa pero ella jamás se podía convertir en reina o esposa del príncipe ya que la emperatriz le había dejado en claro que ella jamás sería una buena mujer para su hijo.
Y aetherius confiaba fielmente en las palabras de su madre así que ni siquiera dejaba salir algún sentimientos por su concubina. Para él solo era una concubina más de su harem.
-mira madre, tiene tu cabello -las dos mujeres quedaron sorprendidas y en segundos la emperatriz sonrio emocionada.
-vaya, mira es hermosa! -sonrio sonrojada tocando la mejilla gordita de su nieta que balbuceo queriendo agarrar su cabello.
La rubia frunció el ceño con disgusto, habrá sido su culpa que su hija saliera parecida a su abuela?, después de todo durante todo el embarazo la odio como nunca jamás lo hizo.
-...madre, me gustaría que eligieras su nombre -le sonrio a su madre que sintió sus ojos cristalizarse de emoción.
Ella asintió y alzo a su nieta que la miraba con sus grandes ojos rojos. Miro hacia la ventana viendo la gran luna en el cielo nocturno y volvió a sonreír.
-...Layla Anette, noche llena de gracia -puso su dedo índice en la mano de su nieta la cual apreto su dedo con fuerza haciéndola reír.
El príncipe sonrió satisfecho y miro con amor a su hija. Tenia tantas emociones juntas que no sabia cómo reaccionar ante ese momento pero sí sabia con certeza que protegería con todo su ser a esa pequeña.
-guardias -los nombrados entraron a la habitación ante el llamado de su majestad -anuncien el nacimiento de la princesa imperial, Layla Anette Romanov de Brittia, heredera del príncipe Aetherius y heredera al trono.
Ante la orden todos quedaron en shock pero la emperatriz siguió mirando con suavidad a su nieta.
El imperio se Brittia seguiría siendo liderado por una mujer, una futura emperatriz que sería más poderosa que todas las antiguas emperatrices.
