Me levanté temprano en sábado, algo muy extraño en mi ya que todos los dias me levanto muy temprano para madrugar pero hoy es la excepción y eso amerita ir al super a comprar unas cosas para hacer un postre que es mi favorito, pastel de chocolate, a medida que voy caminando me topo con una chica y me saluda con un oye Tracy vas al super y yo como de mirándola con signos de interrogación y a esta que le pico, no la conozco y como sabe mi nombre por ser cordial le devolví un saludo, según ella somos vecinas y juro por la garrita que es mi dedo índice y lo mas sagrado que jamás la había visto, me fue haciendo plática todo el camino que no hace mucho que se mudó aquí en verdad no se que les dio de mudarse aquí dónde no hay nada de interesante en este pequeño pueblo pero en fin, llegó aquí con sus cuatro hermanos y sus papás, creo que siempre ando de despistada para no haber notado su llegada o al menos a sus hermanos, que mas bien no me importan, quien quiere tener esas cosas llamadas novios que te hagan débil donde sufres y mas cosas feroces, jamás e tenido novio y a mi edad de 17 años ya era para haber tenido muchos novios pero tenía a esa mamá que te daba pláticas de una hora donde no era tiempo de andar con chicos que tenía que centrarme en mis estudios si no quería salir embarazada un dia de estos, en fin demasiadas cosas para mi mal.
Me cayó muy bien Jenna, que nombre tan raro, verdad nunca lo había escuchado asi nos fuimos platicando hasta que llegamos, ella también hiba al super ya que ninguno de sus hermanos quiso acompañarla y sus papás no se encontraban en casa, compramos y con la misma nos regresamos la verdad me cayó muy bien, creo que es una chica con mucha personalidad y de mente abierta ya que también me contó que ha visitado muchos lugares, al parecer es muy bonita solo al pasar por donde habia chicos, la miraban embobados pero quien no con esos ojos negros que parecían dos aceitunas tan grandes y brillosos y esas pestañas que eran de envidia yo jamás las podré tener así, y no decir su cuerpo tenía todo en su lugar correcto y yo pues yo era Tracy, nada fuera de lo común, bajita con una mata de cabello rizado que jamás estaba quieto, un poco rellenita, la verdad yo me sentía gorda para mi estatura bajita, además que me daba flojera hacer ejercicio era como en cada sentadilla se me hiba el aire así que prefería tener alejado eso, lo único que llamaba la atención de mi o mas bien daba miedo eran mis ojos, nací con heterocromia es una enfermedad que hace que tus ojos tengan colores diferentes y soy propensa a quedar ciega a temprana edad, mi ojo derecho lo tenía color gris y el izquierdo cafe, era algo muy loco porque mi familia no tenía nada parecido ni siquiera era de genética pero pues ya no se puede hacer nada.
Después de todo llegamos nuestras casas y llego primero ella y ahí afuera justamente en el jardín estaban sus cuatro hermanos
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Nunca me olvides
Teen FictionUn amor inesperado que no siempre se obtiene lo que quiere, siempre hay caminos diferentes que tomar.