Chapter 3

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NAMJOON

Su mal humor había empeorado debido a la tensión y la falta de sueño en los días anteriores, además de que claramente no habian sido los mejores de su vida, aún asi a la gente a su alrededor poco le importaba eso, simplemente trataban de evitarlo a toda costa mientras caminaba en zancadas por el pasillo hacia su despacho, en cuanto piso su alfombra y cerro la puerta tras de él dejo salir un suspiro tratando de sacar toda la tension en su cuerpo pero poco funcionó, se dejo caer en su silla y acaricio su entrecejo pensando en todo lo que habia vivido estos días; no habia llegado a tiempo para despedirse de ella y el remordimiento siempre viviría en él, el funeral no fue lo peor de todo si no el día siguiente, en donde tuvo una ligera pelea con su hermano Jin, quien lo acusaba de la tristeza con la que su madre se habia ido por que su hijo no pudo estar ahi en sus últimos latidos y sus acusaciones de lo poco que queria ser parte de esa familia, NamJoon aprendió a controlar su ira hacia mucho tiempo, pero ese día con la tristeza superandolo no logro evitar empujar a su hermano y este rompiera el cristal de la mesa de café llevandose pequeños pedazos en su piel, desde ese momento NamJoon trato de evitarlo y hacer cualquier otra cosa que lastimará más a su familia de lo que ya estaba aunque significará apartarse por completo de ellos.

HYEJIN

Dos semanas después, mientras recibia el dinero de su beca y sentia por primera vez una pizca de felicidad, la linda mujer de administración, ya pasada en años le pidió que la siguiera a su oficina

-HyeJin, ¿Haz tenido algún problema con el profesor Kim?

-yo... no lo sé-respondió removiendose nerviosa en su lugar

-recibi dos correos electrónicos esta mañana del profesor pidiéndome concierte un cita con él encuanto regrese-la mujer la miro confundida-el profesor Kim insiste en que fije la cita y se muestre en tu expediente.

HyeJin parpadeó incrédula aún asi aclaro su garganta y asintió

-¿que tal mañana?-pregunto la señora tecleando en su computadora

-¿mañana?

-el profesor regresa esta noche, ¿a las cuatro te parece bien?, tengo que confirmarlo al profesor

Sin poder negarse HyeJin asintió

-perfecto, eso sería todo querida-la señora le sonrió tratando de tranquilizarla, pero no funcionó ni un poco.

Acudió puntual a su cita con el Profesor, y se alegro un poco al percatarse que la puerta se encontraba cerrada pero claro que su felicidad dura demasiado poco al escuchar las pisadas de alguien acercándose a la puerta y abrirla, JiMin la miro con tranquilidad mientras dejaba la puerta medio abierta para ella.

-JiMin...-el chico acaricio su cabello mostrándole una sonrisa ligera, incluso asi sus ojos se hicieron pequeños y encantadores

-no te dejes vencer-le guiño un ojo y se alejo de ella sin más, HyeJin mordio su labio inferior nerviosa antes de entrar a lo que le parecía una de las siete puertas del infierno.

El Profesor Kim parecia cansado, estaba muy pálido y detrás de sus gafas podían apreciarse ojeras oscuras, HyeJin sintió compasión por él, queria acercarse y rodearle los brazos y ofrecerle consuelo, queria acariciar su rostro y decirle que lo sentía mucho, por un momento se imaginó mirandola con amabilidad y correponderle con cariño, pero estaba segura que nada de eso podría pasar jamás.

-¿se quedará ahí todo el rato?-la fría voz de el Profesor la saco de sus pensamientos, mirándola con todo menos amabilidad el Profesor señalo la butaca frente a él, HyeJin se sento obediente

-¿es usted humoristas, señorita Lee?-HyeJin enderezó su espalda al escuchar él sarcasmo en su voz y lo miro

-¿disculpe Profesor?

-a mi parecer usted si se considera humorista ¿le parecio esto gracioso?-el Profesor Kim deslizó una nota arrugada por su antiguo escritorio hasta ella, HyeJin logro reconocer la pequeña nota y sintió el calor aumentando drásticamente en sus mejillas, recordo entonces su diccionario tirado en la alfombra del profesor abierto entre páginas

-yo....

-¿o esto?-entonces el Profesor lanzo lo que parecia una tarjeta de visita, HyeJin la tomo y ahogo una exclamación, era una tarjeta de pésame de las que acompañan las flores

Mi más sentido pésame
Mi apoyo y cariño estará con ustedes siempre,
Lee HyeJin.

Al levantar su vista la furia de el Profesor se vio reflejada en sus ojos

-no es lo cree yo solo...

-¡no quiero una justificación!-dijo furioso-no se como demonios supo lo que paso mi familia o su dirección en Gwacheon como para mandar esa tarjeta y poco me importa ahora, tal parece me equivoque, esto-señalo el espacio entre ellos-no va a funcionar, tendra que pedir un cambio de director de proyecto o mejor aún el traslado a otra universidad, le comunicaré mi decisión al director de inmediato. Y ahora si me disculpa...

Abriendo su computadora, empezo a teclear furiosamente sin mirarla más, HyeJin no dijo nada, se levanto aturdida abrazando su mochila y tratando de retener las lágrimas que amenzaban con salir, ¿como alguien con una cara tan linda podia ser tan cruel?, ¿como una voz tan melodiosa podía ser tan despiadada?, salio del despacho y de la universidad, y camino sin ningun rumbo por la calle, como un zombie y como si su mala suerte no hubiera sido tan despiada con ella ya, el cielo se oscureció levemente y empezo a diluviar poco a poco, no había dado ni diez pasos y ya estaba empapada de pies a cabezas, pero incluso con la ayuda de la lluvia HyeJin se nego a llorar al menos no hasta llegar su pequeño departamento. Literalmente la habian expulsado del curso, todo había terminado, ahora debia volver a su casa en Gwacheon su dignidad en los suelos, tal vez incluso sin ella.

A unas calles de su casa, HyeJin sentia el chapoteo en sus tenis humedos, su cabello pegado en su cuello y su ropa interior empapada, los coches y autobuses pasaban por su lado mojandola aún más pero ella no se molestaba en apartarse, HyeJin simplemente aceptaba su mala suerte este día. Entonces un mercedes negro se acerco a ella, la puerta del copiloto se abrio y una voz masculina grito desde adentro

-suba!

HyeJin fruncio el ceño mirando a su alrededor no cabe duda que el conductor le hablaba a ella, ya que era la única idiota caminando como si nada en aquel aguacero, se acerco y cuando se agacho para mirar al conductor, los ojos oscuros del Profesor Kim la miraban desde adentro

-suba la llevaré a casa-dijo con una voz mucho más suave, era casi la voz que HyeJin recordaba, asique por los buenos tiempos y nada más, subio al vehículo y cerro la puerta pidiendo disculpas en silencio por mojar la tapicería de piel del coche seguramente nuevo.

-muchas gracias Profesor Kim.

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