Narradora
Aladdin decidió Salir al bazar para conocer la situación de la ciudad y en un segundo su vista se posó en una de las mujeres más bella que nunca había visto
-Aladdin observó detenidamente a la chica por un largo rato- Genio, ya hay que volver, no pretendo hacer esperar a mi hermana -Sonrío de lado al ver a la joven irse y luego se dio la vuelta para caminar hacia el palacio-
-El acompañante del sultán quien también había estado observando a la mujer rió levemente- Como usted diga, mi sultán -Carraspeó e hizo lo mismo que el joven para luego seguirlo en la misma dirección-
/En el palacio/
El joven Sultán al entrar al salón del trono se percató de la presencia de una joven vestida con un hermoso vestido color rojo y un velo a juego
-Dalia -Dijo en un tono que expresaba mucha felicidad- Has vuelto querida hermana
-Mi querido Sultán -Habló la sultana para luego acercarse y abrazar a su hermano mayor-
-Bienvenida de vuelta Sultana -Se agregó a la conversación la mano derecha del Sultán quien estaba con la cabeza agachada como dictaba la costumbre-
-Dalia volteó a ver al gran hombre y sonríe de una forma amistosa- Gracias Genio, gracias a los dos
-Es hora de que tomes el lugar que te corresponde hermana -Sonríe Aladdin y separa el abrazo- En lo que te encontramos un buen marido, claro.
-La joven volvió a dirigirle la mirada a su mayor y le sonrió de lado- Sabes muy bien lo que dijo nuestra madre antes de morir, ¿Verdad Aladdin?, si una de tus favoritas no te da un hijo varón y no se convierte en sultana. No puedo abandonar el palacio hermanito
-Rueda los ojos debido a que Dalia decía la verdad- Lo sé hermanita, lo sé, pero yo sé que pronto se me va a dar, de eso que no te quepa duda -Volvió a sonreír-
-Ríe levemente- Si tu lo dices, espero que así sea mi Sultán -Le da la espalda a los hombres que estaban junto a ella y llama a su criada- Gulfem, vamonos a desempacar querida
-Si mi sultana -Respondió la joven mencionada y ambas se marchan del lugar-
/En el bazar/
Luego de unas horas de aquel encuentro entre Aladdin y la joven, esta regresa a su casa luego de una intensa jornada.
-Papá, ¿Ya llegaste? -Dice la chica al entrar a la casa para luego cerrar la puerta-
-El mayor suelta el martillo con el que se encontraba arreglando una silla- Si mi adorada Jasmine, ya estoy aquí -Habló desde la cocina-
-La joven al oír la voz de su padre se va en su búsqueda- Que bien baba -Habló luego de unos segundos de a ver llegado la cocina y se sienta en un pequeño banco-
-¿Cómo te fue mi pequeña estrella? -Sonrió y se sentó al lado de su hija-
-Muy bien, aunque, me sentí observada -Se frota el cuello al hablar- no sé porque
/En el palacio/
-Dígame otra vez majestad, ¿Qué tan bonita era? -Preguntó el Genio con un aire divertido-
-Aladdin se recuesta en el gran sillón de su habitación- Tenia unos ojos hermosos, un cabello de por más bello y una encantadora sonrisa
-Ay -Suspira mientras niega con la cabeza- Nunca en la vida lo había escuchado a hablar así de una mujer
-Lo voltea a ver- Creo, que yo tampoco -Ríe levemente y se sienta- Así como creo, que ya sabes que debes hacer -Le sonríe de lado con un toque de malicia-
-Ríe levemente para luego alzar una ceja- Está bien, mandaré a los guardias en su búsqueda.
Continuará.....