Capitulo 8- La mentira de Nassenin

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-Las puertas de la habitación se cierran en cuanto Jasmine entra- ¿Aladdin? -Lo nombra debido a que no lo encontraba y luego lo ve en el balcón- 

-Voltea al oír la voz de su amada- Mi Jasmine -Sonríe al verla-

-La chica corre hasta él- Mi sultán  -Sonríe al abrazarlo-

-Corresponde a su abrazo y luego besa su coronilla- Te mandé a llamar, porque quiero mostrarte algo 

-Separa el abrazo y lo mira con confusión- ¿Qué cosa Ali? -Pregunta con ternura-

-Ríe levemente robandole un pequeño beso después- Para saberlo, debes cerrar los ojos

-Ríe levemente y hacer lo que le pide- Ya está 

-Le coloca un brazalete en la muñeca derecha-  Ya puedes abrir los ojos 

-Abre los ojos lentamente y su mirada se topa con en brazalete- oh por dios, es precioso Aladdin

-Mi hermosa florecilla, siempre tendrá lo mejor -Acaricia su mejilla con sutileza-

-Sonríe y le roba un beso apasionado-  Te amo, mi amado sultán -Dice al separarse un poco para luego volverlo a besar-

-Sonríe levemente y corresponde al beso- Yo también te amo, mi Jasmine -Dice entre el beso cargándola entre sus brazos para llevarla hasta la cama-

/Afuera de los aposentos de Aladdin/

-Dile a su majestad que quiero verlo -Ordenó Dalia-

-Lo siento mi sultana, su majestad se encuentra ocupado, mandó a llamar a la señorita Jasmine -Respondió el vigilante de la puerta-

-Sonríe ampliamente- Está bien, dile que estuve aquí -Dice y se va del lugar hasta sus aposentos- 

/En el interior/

Jasmine tenía acurrucada su cabeza en el torso desnudo de Aladdin, mientras este acariciaba su cabello con delicadeza. Ambos estaban tapados por la sabana de la gigantesca cama del sultán.

-Aladdin, ¿Quien es Nassenin? -Preguntó con mucha curiosidad la chica sin cambiar su posesión- 

-Aladdin pone una cara de confusión ante la pregunta- Jamás había escuchado ese nombre ¿Por qué la pregunta?

-Es extraño que no la conozcas, dijo que venía del palacio de tu primo el príncipe Anders. La enviaron como un regalo para ti -Dijo ahora un tanto desconcertada-

-Alza una ceja muy confundido y luego piensa- ¿Por qué nadie me habrá informado que el obsequio de mi primo ya llegó? -Sacude su cabeza y luego pregunta- ¿Mi hermana lo sabe Jasmine?

-Si, lo sabe mi sultán, la vio con sus propios ojos, hasta creo que se enojó al verla -Responde a la duda y Aladdin hace una mueca-

-Diablos, va a matarme por no a verle informado y por a ver permitido que Anders pasara por encima de su poder de sultana madre -Piensa-

/Al otro día/

-Jasmine ayuda a Aladdin a vestirse- ¿Tiene que irse ahora?, es muy temprano todavía 

-Si mi amado amanecer, el imperio me necesita -Responde para luego darle un pequeño beso-

-Sonríe- Está bien, que tenga un lindo día mi sultán -Dice y este se va de la habitación-

Un poco más tarde Jasmine abandona la habitación de Aladdin y se va en dirección al harem. Encontrándose en el pasillo a Nassenin 

-Hola Nassenin -Sonríe amistosa la chica

-La joven toma bruscamente del brazo a Jasmine - Escúchame pequeña víbora, el príncipe Anders me dijo que el sultán Aladdin era para mi. Y no pienso permitir que nadie se cruce en mi camino, ¿Quedó claro? -La suelta-

 Creo que no estás en posición para amenazarme, para que el sultán sea tuyo así como dices. Tienes que estar con él y solo me llama a mi, porque ni siquiera sabe de tú existencia linda -Toca el hombro de su contraria- Oww, pobre niña mala -Ríe y sigue su camino-

-Aprieta los puños y sigue su camino también- Maldita mil veces maldita Jasmine

/Una semana más tarde/

Nassenin logró su objetivo de convertirse en la favorita de Aladdin, haciendo que este se olvidara por completo de Jasmine y cumpliera sus caprichos. Aunque de vez en cuando la sultana Dalia la frustraba mandando a Jasmine a los aposentos del sultán.

-La maldita de la sultana Dalia envió ayer a la víbora de Jasmine a los aposentos de nuestro sultán María -Dijo demostrándole enojo a su contraria-

-La chica hace una mueca- ¿Y qué piensas hacer Nissa?

-Destruir a esa maldita, haré que ya no tenga el favor de nuestro sultán y si es necesario, haré que la expulse de aquí -Sonríe con malicia-

/Por la noche/

Nassenin tomó unas tijeras y empezó a hacerse unos pequeños cortes en la cara para que Aladdin pensara que fue victima de un ataque. Al terminar fue hasta los aposentos del sultán.

-¿Quien te hizo eso Nissa? -Preguntó enojado el chico-

-Larga lagrimas falsas- Fue la señorita Jasmine, mi sultán.


Aladdin y Jasmine- Imperio OtomanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora