De médicos, falsa propaganda y quererse un poquito

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Hoy tuve turno con el dermatólogo.

Historia: hace mucho que vengo teniendo toda la espalda llena de granos y manchada por las marcas. Siempre lo considere como el acné que nunca me salió en la cara pero tuve que ir por tema de que, según mi señora Madre, estaba peor que antes.

Estuve menos de cinco minutos y me dijo la verdad: tengo acné, pero se infectó, así que tengo que hacer un tratamiento para que pueda recuperarse. ¿Motivos? Varios: transpiración, cambio hormonal, dieta (lo que más culpa mi padre desde que intentó hacerme vegetariano), nervios... Todo un conjunto.
Lo bueno es que tengo que hacerlo por dos semanas, un tiempo menor a lo de la menstruación.

Y ese es el tema por el cual quise hacer este ¿Capítulo? ¿Post? ¿Entrada? Ya no sé qué es, seguro algo para desahogarme un rato de los estudios.

Desde los 15 años empecé con cólicos menstruales horribles, tanto que el mismo Ibuprofeno no hacía efecto. Tras una visita a la ginecóloga y varios estudios (para descartar quistes o alguna enfermedad) me dieron una especie de "tratamiento". Al menos no me puedo quejar, dos o tres pastillas por dos días; era eso o usar anticonceptivos, y prefiero lo otro.

Básicamente eso me molesta de la menstruación, las propagandas muestran personas que viven su menstruación como si fuera algo fácil y no es así del todo. Sólo muestran una especie de fantasía

Hay miedo a ver qué nos manchamos.
Miedo a que alguien lo noté y se burle.
Miedo a que nos haya venido de forma muy brusca cuando pasaron dos semanas o ver que no viene hace meses cuando alguien es regular.
Miedo a pensar que el dolor no es normal.
Miedo a muchas cosas.

Yo tengo miedo a seguir tomando la medicación y que de la nada despierte en un médico diciéndome que me bajo la presión y me desmayé porque no hizo efecto. Ya me pasó varias veces y hace unos días terminé vomitando y retorciéndome de dolor por los calambres.

Mi madre (que justo estaba en casa durmiendo) termino por darme otra pastilla, según ella era eso o ir a un médico y que me inyecten. Prefería eso o la extirpación del útero. Con tal de dejar de sentir dolor.

A algunos les parecerá estúpido, pero es algo que estoy viviendo y a veces me cuesta aceptar. Pase de simplemente tomar una pastilla un día a varias para estar mejor y varios años después costo aceptarlo.
Incluso admito que me saltaba las dosis porque no quería vivir tomando medicamentos; hasta que casi me desmayé un día en que decidimos festejar el cumpleaños de un amigo. Como siempre digo "un golpe fuerte de la vida te enseña la cruda realidad".

Con el tiempo lo supe mejor: el cuidarme físicamente era una forma de quererme (tal y como dice mi señora jefa). En eso también entra la salud psicológica y emocional: rodearse de gente que te quiera y te apoye, aceptarse a uno tal y como es con sus movidas y todo, buscar ayuda para que algo psicológico que te afecte no siga perjudicando su vida...

Lo psicológico cuesta mucho, más por el estigma, la ignorancia y la crítica del mundo. Se puede salir adelante con ayuda, lleva tiempo pero se puede.

Lleva tiempo quererse a uno mismo y aceptar sus problemas, pero cuando se hace debe trabajarse para no caerse y hundirse. Lo mejor es encontrar un ancla que nos mantenga en el mundo, conscientes de quienes somos y qué queremos.

Yo creo que lo encontré, algo tarde pero lo hice.

Vesper

El diario de un dinosaurio gay universitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora