♦⚫Capítulo 1⚫♦

1.8K 120 7
                                    

Capítulo Uno.

Reloj

¡Atención Pilares! Se solicita su presencia en la finca de Ubuyashiki

En la ultima misión de Shinobu, cuando derroto a un demonio, este protegia un reloj, mientras que murmuraba que no podía morir en ese momento, que debía llevarle aquel reloj a su señor, y seria muy bien recompensado.
La pilar insecto, ante aquella confesión, tomo en su poder a aquel reloj, y tras una exitosa victoria regreso, y fue directo a la finca de Ubuyashiki-sama  para decirle la información que había logrado conseguir.
El patrón, ante tal noticia, decidió llamar a los demás pilares.

Muzan tenia un plan entre manos.

Los pilares comenzaron a dar acto de presencia, el primero en llegar fue..
Tomioka Giyu el pilar de agua, seguido por Muichiro Tokito el pilar de la niebla, y así comenzar a llegar todos menos, la pilar del amor, el pilar del sonido, y el pilar de la roca. Quienes están en sus respectivas misiones y no llegarían a tiempo.

—Shinobu,¿sabes algo de esto?

—En mi ultima  me cruce con un demonio muy particular, este protegía este reloj, dice que debía llevárselo a su señor.—explico la situación mientras sacaba el reloj, le dijo que lo tuviese hasta que todos los pilares llegaran a la finca.

—Que mierda quieren hacer ahora los demonios con este reloj—comento enojado Shinazugawa mientras se acercaba a la pilar insecto y le arrebataba dicho artefacto.

—Ten cuidado Shinazugawa-san, no lo rompas. Esto debe ser una pista para lograr llegar a encontrar a Muzan.

Porque las nubes se mueven mas rápido—pensó Tokito mientras observaba el cielo.

En cuanto Giyu se acerco a mirar el reloj, el minutero marcó menos cuarto justo, y entonces, como si se hubieran vuelto locas, las agujas del reloj comenzaron a dar vueltas lentamente.

—¿Que hiciste?

Rengoku se acercó más, sin creer lo que veía, para darse cuenta de que cuanto mas rápido iban las agujas, mas velocidad adquirían.

—¿Pero que...?— Murmuro con el ceño fruncido la pilar insecto, cuando vio la rapidez con la que las agujas estaban dando vueltas.

En cuanto intentaron moverse, sus vistas comenzaron a nublarse, como si llevaran gafas o lentes empañados por el vapor de las aguas termales.
El mareo que les asalto la mente, era como si dos puños se cerraban a ambos lados de su cerebro estrujándolas de forma que cegara. Los pilares no querían quedarse ahí y no dejaban de parpadear y sacudir la cabeza para hacer que se les pase el mareo, pero este no cesaba. Tenían el estomago revuelto y parecía que su sangre se hubiera ensuciado a tal nivel que circulaba estancándose en sus venas.

El primer en ceder a todo fue  Tokito, quien perdió el conocimiento.

—¡Tokito-san!—Exclamaron los presentes preocupados por su compañero.

Entre la neblina de su vista y el carrusel en que se había convertido el suelo y el techo para Rengoku, observo como el pilar del agua caía de rodillas al suelo, preocupado por su compañero, intento acercarse. Pero los dos puños aprestaron más alrededor de su cerebro dolorosamente. Esta vez, el mareo fue seguido de pinchazos en la espalda, como si alguien estuviera intentando hundirle tres afiladas espadas en la espina dorsal, una debajo de la otra. Rengoku apretó los dientes de forma instantánea al sentir el dolor, pero, otro peor se expandió por toda su mandíbula en cuanto entraron sus dientes en contacto, unos con otros. Era peor cuando aspiraba el aire gélido del invierno después de haber mordido algo congelado.

『Destello』Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora