Amigas desde hace un año, genial.
- Así es, se aburrió de mí. -dijo la azabache con ligera tristeza en su voz.
La pequeña morena que salía con ella en segundo grado decidió terminarla porque estaban demasiado lejos una de la otra, pero la azabache sabía que no era sólo por eso.
- Lo siento mucho. -dio sus palabras de aliento, que en nada ayudaban en la moral de la de piel canela.
- Gracias. -sorbía su nariz.
- Vamos a desayunar algo, tal vez así te sientas mejor. -sonrió la castaña con esperanza de ver sonreír también a su amiga.
- Está bien. -dijo desganada.
- ¡Sam! Sam Sam Sam Sam. -llegó la mejor amiga de la azabache.
- He, ¿qué pasó? -se giró a verla.
- Leonel anda diciendo por ahí cosas malas de ti. -informó con rostro preocupado.
- ¿Y eso qué? No me importa. -se dio la vuelta.
- También está hablando estupideces de Isis. -eso le dio un golpe bajo, se dio la vuelta y comenzó a caminar directo a aquél compañero que se encontraba en algún lugar de ahí.
Llegó hasta el joven, estaba de espaldas hablando con otros chicos que no dejaban de reír.
- Entonces le dije; no es mi culpa que tu novia te haya cambiado, ¿sabes? Eres una imbécil y eso lo arreglas tú. -se echó a reír, y sus compañeros al ver a Sam comenzaron a hacer señas de que parara.
- ¿Te diviertes, Arriaga? -habló la azabache detrás de él y al instante se tensó.
- Y-yo... -titubeó.
- Sólo te diré una cosa, deja de hablar cosas que no van, amigo, porque las paredes tienen oídos, y todo me llega a mí, ten cuidado con quién y de quién hablas. -dijo cerca de su oído, para después caminar hacia otra dirección.
- Te dijimos que te callaras pendejo. -rieron todos los presentes.
- He, ¿te encuentras bien? -habló la castaña desde un costado.
- Perfectamente. -mintió.
- ¿Segura? No se te nota. -dijo preocupada.
- Dije que estoy bien. -dijo bufando de coraje, se metió a los sanitarios y se adentró en el último cubículo azotando la puerta.
- Oye sólo quiero ayudar linda, no me gusta verte así. -dijo desde el exterior del cubículo.
- Déjame sola. -estaba..., ¿llorando?
- No pienso irme Samantha, estás mal y lo sé, vamos, déjame entrar y hablemos. -pidió con voz suave.
No dijo nada sólo abrió la puerta para dejarla entrar.
La chica de cabello azabache estaba sentada en una esquina, en el frío suelo pegando sus rodillas a su pecho, con los ojos rojos y el rostro húmedo de tantas lágrimas que rodaron en él.
- Oh Sam. -se acercó a ella tras cerrar la puerta del cubículo, se sentó a su lado y la abrazó por los hombros acercándola a su pecho.
- ¿Porqué nadie me quiere? ¡A nadie le gusto! Soy una escoria, un parásito de la sociedad. -se soltó a llorar como niña pequeña entre los brazos de la más alta morena.
- No pienses eso, Karen te ama, es tu mejor amiga, apuesto que le gustas a muchos, eres hermosa, pero no saben apreciarlo, y te molestan porque les gustas, tú eres hermosa Amairany, valora eso. -besó su cabeza dándole calidez y seguridad a la azabache.
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† Tú Eres Mi Esperanza † {Lesbian History} [AriAny]
Roman d'amourDos chicas, un camino. - Entiende Samantha, lo vas a superar, ten esperanza. -dijo la castaña sin pensar en lo que ella respondería. - Tú Eres Mi Esperanza... - dijo entre llanto la azabache. Ella era Ariadna Fierro, mejor amiga de la sexy y popula...