"bendito sea el caos porque es síntoma de libertad" (Enrique Tierno Galván)
Al levantarme siento como caen gotas de agua en mis ojos, que extraño ¿Por qué está sucediendo esto? Estoy en una acera y todo me da vueltas, una sensación propia del alcohol, me pongo de pie con lidia y busco en mi mojada chaqueta un cigarrillo
-¡mierda!-
Los cigarrillos están totalmente mojados, arrojo la cajetilla al suelo y me enojo.
-¿AHORA QUE?-
A juzgar por la luz del día son más o menos las 5:30, me acerco a la esquina y veo que estoy en la calle Colón, eso es lejos de casa,
-¡que fastidio!-
Voy caminando con el sabor amargo de una borrachera que no recuerdo, siento en mí los besos y el sabor de la piel de muchas mujeres, múltiples demonios que traen a mi amnesia pero aunque no lo recuerde siento su aroma.
Mi cabeza está hecha nudos, pero en este momento lo único que deseo es descansar, no gastare esfuerzo inútil en el recuerdo de algo ya sucedido, es domingo y la razón natural dice que debo dormir para prepararme y ser útil el lunes.
Llego a casa y mi madre aun duerme, me dirijo a mi habitación y me quito la chaqueta helada, mi pantalón y me acuesto en cama, ¡grandioso momento!
2 PM los recuerdos me levantan y al hacerlo miro a mi mesa de noche y encuentro una sopa, insípida y helada, esto solo es señal de la indiferencia que mi madre tendrá en toda la semana y que el día jueves se le habrá pasado.
4:30 PM estoy en la ducha y el agua helada cae, es una catarsis la caída del agua, entonces me pregunto ¿Qué sentido tiene embriagarme? Mi cabeza aun da vueltas y mi conciencia empieza a decirme cosas que no quiero pensar.
Todo está en silencio, solo se escucha el programa de entretenimiento de mi vecino en el tercer piso, ¡que fastidio! Lo peor de los pseudocomediantes es que tienen gente que los ve un domingo en la tarde después del programa de chismes ¿así es de triste todo que conozco la rutina de mi vecino?
La conciencia me vuelve a dar una puñalada y caigo en una crisis, entonces salgo al balcón y enciendo un cigarrillo, es el primero del domingo que no está acompañado de alcohol, miro al cielo y me pierdo en la luna que se asoma muy a las 6 PM.
9 PM esta hora me recuerda que la rutina del lunes se acerca muy vorazmente, al menos esta es más fácil de llevar que la que tenía hace semanas, más larga pero es llevadera.Lo que odio del alcohol los sábados es que duermo todo el día del domingo y permanezco despierto toda la noche, acto seguido el día lunes ya parezco un zombi, este es el coste de buscar el placer en los sentidos, algo de sexo, alcohol y unos cuantos cigarrillos, ese es mi placer.
A partir de las 10 pm todo se vuelve atemporal, Morfeo no puede abrazarme, todo está a oscuras pero puedo distinguir perfectamente a los demonios que salen de mi interior y salen a danzar en círculos sobre el techo, tocan tambores y bailan alrededor del fuego.
5AM el reloj suena y con ello el aviso de que no dormí, estoy fatal, tan fatal que el amanecer en la calle solo fue algo mínimo, hoy estoy resfriado, con sueño y no me siento listo para salir y servirle a la sociedad, mi combustible está listo, esa taza de café y el cigarrillo camino a la parada de autobús.
Llegando a la primera conclusión en mi vida es que detesto los días en que hago cosas en contra de mi instinto natural.