parte 1

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El amor tiene tantas facetas cómo ponys en Equestria, no atiende a la lógica ni la razón y puede suceder en cualquier sitio, puede darse a conocer de muchas formas, tantas que me llevaría mucho tiempo a terminar de contarlas. Los primeros amores, cuando somos unos potros de mediana edad, esos tontos y ridículos sentimientos que, a veces, no llegan a nada.

Muchos ponys creen encontrar el amor de su vida cuando alguien les cae bien, o cuando sus hormonas toman ventaja en su cuerpo pero amigos míos, el amor es un sentimiento muy difícil de explicar, es cuando la felicidad de otro pony es tu felicidad, el sentimiento que te hace ser mejor pony sin pretender cambiarte, que a ese o esa pony le gustes por lo bueno de ti, por lo que te hace especial no por lo que poseas ni tengas, eso amigos míos es cuando se da a conocer ese maravilloso sentimiento que muchos anhelamos.

Pero yo no estoy aquí solo a hablar del amor, no soy ningún experto aunque durante mis años de vida lo haya experimentado en su más puro estado, estoy aquí para contaros la historia, una historia de amor imposible que surgió entre dos especies totalmente opuestas, ella; una pony infinitamente bella y él, alguien muy tonto que se enamoró perdidamente de ella pese a ser totalmente diferentes, alguien que la protegió aún ya muerto y que siempre lo hará, os doy la bienvenida a mi humilde historia.

Capítulo 1:

Era un día lluvioso, no había ni un alma por las calles, todos estaban en casa disfrutando de estas bellas navidades junto a sus familiares y seres queridos. Yo cómo cada día salía de mi trabajo a las 6 de la tarde, llevaba un paraguas que apenas aguantaba los fuertes vientos acompañados con gotas que caían sobre este amenazantes.

Haciendo acopio de las pocas ganas de hacer nada que me quedaban aceleré el paso pasando por diferentes calles hasta pararme delante de unos apartamentos, me acerqué a la puerta principal y teclee el número secreto abriendo la puerta e ingresando al interior, cogí las escaleras rumbo al tercer piso, me hubiese gustado usar el ascensor pero llevaba desde las navidades pasadas estropeado, ya delante de mi puerta cogí mis llaves y abrí la puerta cerrándola detrás de mi.

El piso estaba justo como lo dejé esta mañana, no esperaba ningún cambio ya que vivo solo, guardé el paraguas y colgué mis prendas húmedas en el perchero que tenía en la entrada, pasé hacia la sala principal, el piso en sí no era grande cosa que me facilitaba la limpieza, entré en mi habitación saltando sobre mi cama justo para oír mi teléfono sonar, era mi amigo Marcos.

Tío, mañana es tu cumpleaños y los colegas hemos pensado en ir a la casa de campo de Rafa a hacer una fiesta -Ni siquiera yo me acordaba de mi cumpleaños, no me hacía mucha ilusión ir.

No lo sé Marcos, no me apetece ir de fiesta -dije sin mucho entusiasmo, no era nadie de fiestas ni eventos.

No me seas así, te hace falta salir y lo sabes-comentó intentando convencerme -al menos dale una oportunidad, si no te gusta iremos al cine.

El sabía que me encantaba ir al cine pero Igualmente tenía razón, hacia mucho que no salía y mi rutina era la misma, trabajar, dormir y comer -está bien, ¿sabes quién vendrá?

No muchos; Rafa, yo, el flaco y tal vez Inés pero creo que estaba ocupada organizando una boda -antes quedábamos mucho más, pero desafortunadamente últimamente cada uno ha ido por su lado.

Está bien -Suspiré resignado -¿a que hora?

Pues por las cinco de la tarde quedaremos, tal vez nos quedaremos a dormir ahí ya que cae en sábado -me propuso, en verdad me sonaba muy bien, tal vez por una vez desde hace tiempo podría dejar de lado mi rutina y variar un poco, incluso puede ser que me lo pase bien ya que hacía mucho que no quedaba con mis compañeros.

Luna de mis sueñosWhere stories live. Discover now