El horrible sonido de mi despertador me hizo saber que era hora de levantarme. Había pasado media noche, dando vueltas entre mis sabanas, planificando como seria este viaje y repasando el discurso que daré para los socios, del cual depende su apoyo con nuestro proyecto.
Debía abordar un vuelo hacia china en 3 horas, vivo cerca al aeropuerto así que tenía tiempo de sobra. También es el primer viaje con mi jefe así que no quería llegar tarde.
Después de ducharme y desayunar, revise la lista que había hecho para llevar solo lo necesario para mi estadía de 8 días. Todo estaba perfecto.
Llame a mi taxista de confianza y este llego en menos de 10 minutos.
Una vez en el aeropuerto registre mis dos maletas y llame a mi jefe para encontrarme con él.
En cuanto lo vi me sorprendí un poco, era la primera vez que lo veía con ropa deportiva y no con los caros trajes que suele llevar en la oficina.
Se veía muy atractivo.Cuando estaba a unos pocos metros de él, levanto su mirada y su mano llamando mi atención.
-Señorita Hernández- dijo de forma amable- llega temprano- saco su maletín de mano del asiento ofreciéndomelo.
-Buenos días, veo que usted también madrugo- dije tomando asiento y sonriendo.
Se limitó a asentir con la cabeza y volvió a abrir el libro que tenía antes que yo llegara. Yo, por mi parte me puse los audífonos y deje que la música me relajara un poco.
La voz de la señorita solicitando que pasemos al área de abordar inundo todo el lugar, ambos dejamos lo que estábamos haciendo y nos pusimos de pie.
-¡Llegue!- dijo Sebastián sin aliento, poniendo sus manos en las rodillas.
-llegas tarde- dijo Marco tomando sus cosas y yendo hacia la fila.
-¿Dime porque hacemos esto con este tipo?- pregunto Sebastián, una vez que Marco ya estaba lo bastante lejos para oírlo.
Reí ante su pregunta.
-Porque es el jefe- respondí obvia, golpee su espalda guiándolo hasta la fila-¿enserio corriste hasta acá? ¡Parece que vas a desmayarte!- enserio se veía muy agitado.
-El estúpido auto se averió unas cuadras antes de llegar, así que si, corrí hasta acá- camino intentando modular su respiración- pero en mi defensa el trabajo me absorbe y no tengo tiempo para el deporte.
Sebastián es ingeniero en energía eólica, uno de los mejores de España, el también venía con nosotros ya que el objetivo de este viaje es observar el estado de las estructuras de las sedes de la empresa que se encuentran en china y analizar la posibilidad de adaptarlas, dada la iniciativa del proyecto de acción social, por el cual me contrataron, de crear proyectos que la empresa pueda financiar para generar un cambio positivo en las comunidades en las que opera.
Una vez en el avión, nuestros asientos que deberían haber estado juntos por algún error estaban separados, el de Sebastián estaba unos asientos más atrás pero el no quiso insistir y se acomodó en su asiento lejos de nosotros.
Genial ahora yo pasaría once incomodas horas al lado de mi jefe.
Las horas se hicieron eternas, aun mas debido a las conversaciones cortas he incomodas con Marco, mi jefe.
Al llegar nos dirigimos al auto que ya nos esperaba en las afueras del aeropuerto. Era de madrugada cuando llegamos y las luces hacían que las calles se vean realmente hermosas.
-Nuestras habitaciones están juntas, ahora iré a descansar, nos vemos mañana a las ocho para desayunar juntos-dijo Marco en cuando estábamos dentro del hotel – sean puntuales- recalco mirando a Sebastián y despidiéndose.
-¿Acaso me quiso decir algo?- pregunta Sebastián mirándome. Ambos estallamos en risa y caminamos hasta el ascensor.
Lo primero que pude notar cuando entre a la habitación fue la hermosa vista, tenía una gran ventana, podía ver toda la ciudad desde ahí, agradecí estar en un décimo piso.
Después de ducharme y cambiarme de ropa pude recostarme cómodamente en una cama, viajar tantas horas era agotador. Intente ver algo de televisión pero todos eran canales chinos y no podía entender nada así que apague el aparato.
Al terminar de hablar con mis papas y contarles como estuvo el viaje estaba dispuesta a dormir; pero una hermosa melodía empezó a sonar, por unos instantes pensé que estaba soñando, quise escribirle a Sebastián para saber si él también la escuchaba pero ya podría estar dormido. Lo deje pasar y me dispuse a dormir pero ahora acompañada de ese relajante sonido.
Desperté antes que el sonido de mi alarma estalle, me duche y vestí, estaba lista para bajar a desayunar. Al salir coincidí con Marco y bajamos juntos. Sorpresa que nos llevamos cuando vimos a Sebastián en la mesa con varias carpetas y documentos.
-¡Hey! ¿Cómo amanecieron?- pregunto poniéndose de pie con una gran sonrisa, guardando sus documentos.
-Con excelente animo- respondió Marco, tomando asiento.
-Sí, también yo- dije, y era verdad, estaba muy emocionada por lo que nos esperaba ese día.
Los tres pedimos desayuno americano y al terminar Marco nos mostró el itinerario.
-Hoy tenemos un evento al cual hemos sido invitados, irán todos los del consejo directivo y están ansiosos por conocerte- me miro- tus ideas los tiene encantados- escuchar eso me ponía muy feliz y ayudaba a mis nervios que están vueltos locos por tener que exponer mis ideas antes todos ellos.
-Pero eso no quiere decir que debas confiarte aún no se cierran los tratos- siguió Marco con un tono más serio- El auto vendrá en media hora a recogernos, iremos a visitar la primera comunidad y tenemos que ver en qué estado se mantiene la fábrica.
-Nos encontraremos con más ingenieros, nos atacaran con todas las preguntas posibles, de eso no tengo dudas, es por eso que debemos estar preparados, Nora- poso su vista en mí y luego en mi compañero- Sebastián confió en ustedes.
Era la primera vez que nos llamaba por nuestros nombres, debía estar muy nervioso.
Marco es muy respetado en la oficina, es el socio más joven, está a cargo de la parte administrativa de la empresa, ha demostrado que es capaz de hacer todo lo que su cargo requiere. Entrando en su vida personal y dejándome guiar por los chismes de la oficina, se ha dedicado por completo a su carrera profesional, tiene 35 años y no tiene pareja, todas las chicas de la empresa quedas flechadas con él desde el primer momento, no es para menos es muy atractivo.
La visita a la comunidad fue en exceso cansada, el terreno donde se encuentra la empresa es bastante grande y cuenta con dos comunidades a pocos minutos de distancia. El recorrido nos tomó cuatro horas.
Al volver a la ciudad el tráfico era una locura, el conductor nos explicó que se debía al evento de la ceremonia de clausura de la exposición internacional de horticultura, al cual asistiríamos esa noche.
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Que lo nuestro se quede nuestro 《Dimash kudaibergen》
Fanfiction"Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio". (Julio Cortázar)