«Bajo una máscara oculto mi miedo, bajo una máscara... oculto mi realidad.»
Soy Kim Taehyung.
Un alegre y simple niño que disfrutaba de las soleadas tardes junto a sus amigos, un pequeño que siempre volvía a casa con un raspón en la rodilla porque disfrutaba de su libertad, de su libertad y de la compañía de quienes apreciaba.
Un inocente niño que pasaba gran parte del tiempo dando amor, y sonriendo aún ante cualquier circunstancia.
A aquel pequeño desde temprana edad le llegó un extraño sentimiento el cual logró poner su mundo de cabeza, ¿saben de lo que hablo, verdad? Sí, ese sentimiento que te hace querer el bien de ese alguien especial antes que el tuyo, esa extraña sensación... que te provoca suspiros, que hace que tu latir acelere, que logra ponerte los nervios de punta y que te hace cometer tantas locuras, y correr grandes riesgos.
Porque... sí, todo eso había provocado Kim Jennie en mí desde el día en que la conocí.
Una dulce niña morena de felino mirar, entusiasta y poseedora de una hermosa sonrisa que no dudó en adueñarse de mi corazón. Un sedoso y bien cuidado cabello castaño, una inolvidable risa, que cada vez que la escuchaba, me rogaba a mí mismo cuidar bien de ti, y como la delicada flor que ante mis ojos eres, no apagar tu chispa que a todo el mundo, incluyéndome, llenaba de alegría.
Mi mejor amiga, y mi compañía cuando estaba mal, pues yo no era un niño... común, pero a ti no te importó aquello. Todas las tardes jugábamos juntos, disfrutando de la compañía del otro sin importar la opinión del resto. Después de todo, cuando empecé a crecer, lo diferente en mí era cada vez más notorio, y quienes solía llamar amigos se percataron de ello... me abandonaron, pero tú seguías a mi lado.
Empecé a tener miedo, miedo del porqué quienes amaba se habían alejado de mí, ¿los dañé?, ¿hice algo mal?, ¿cuál fue mi error?
En ese entonces, me percaté de que el error nunca estuvo en mis acciones, mi corazón siempre optó por brindarle felicidad a los demás antes que a mí mismo, más bien, era algo que no podía remendar, o al menos no con facilidad... porque el error era yo mismo.
Vivía atormentado, en las noches, saladas lágrimas eran las que descendían por mis mejillas, tratando de arreglar mis errores, tratando de repararme a mí. Tratando de alejarme de todo el mundo e incluso de ti... porque tú eras una linda princesa que debía ser protegida de todo mal, y yo de nacimiento fui un monstruo, una horrible y fea criatura que desde pequeño no tuvo rasgos temibles... pero el tiempo me hizo saberlo, por el tiempo descubrí que un niño de tan buenas intenciones, algún día sería capaz de atormentarse a sí mismo.
Tomé una pieza de cristal, siendo un adolescente... fue la primera vez que derramé lágrimas, y esta vez no precisamente por un simple raspón en la rodilla, no, lloré por mí, por lo que en el tiempo me había convertido, porque tuve que alejarme de quienes más quería para no hacerles daño, porque tuve que dejarte ir... porque no podía mostrarte una versión deteriorada de mí mismo.
Desde un oscuro bosque es donde ahora te observo, lejos de tu castillo y de todo el mundo. Contemplo tu belleza, y tu espíritu infantil que más de una vez me hizo sonreír.
Me pongo mi máscara, espero a que la noche caiga... y voy a verte, pero, no como antes, simplemente te contemplo más de cerca, escucho tu voz y el sonido de tu risa, miro tu sedoso cabello y tus felinos ojos, puedo observar cómo has madurado en todos los aspectos, y yo... soy cada vez más débil, estoy cada vez más destruido, y siento cómo el odio hacia mí mismo crece cada vez más... oh, mira todo lo que mi máscara puede ocultar.
Imagino un mundo en el que pueda sostener tu mano frente al reino completo: un mundo en el que no sea un monstruo, una desagradable criatura. Un mundo en el que sea un príncipe digno de ti y podamos algún día estar en un altar, jurándonos amor eterno. Un mundo en el que yo no sea una bestia para poder ser lo suficientemente bueno para merecer tu amor, querida princesa. Se vale soñar... ¿no?
Pero... lo lamento, por no ser el príncipe azul que desde que tienes memoria has deseado, lamento no poseer aquel rostro angelical que cualquier dulce y digna hija del rey podría ser capaz de contemplar con amor.
Porque una máscara es lo que oculta mi verdad, detrás de mi máscara existe un ser lleno de miedo e inseguridad, aquel al que cada mínimo toque de frialdad siente cómo una navaja traspasa más profundo a su corazón... un monstruo, que oculta la deteriorada versión de sí mismo por querer ver a su princesa sonreír.
Soy Kim Taehyung, y esta es mi historia.
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The king of masked | Taennie
Fanfiction𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 | ❝Así que, uso una máscara otra vez... y voy a verte.❞ (♡): Despreciado, abandonado e infeliz... ese era Kim Taehyung, un monstruo del bosque el cual se escondía por temor de sí mismo y todo lo que podía provocar siendo quien es:...