🎭| 04

865 127 71
                                    

«Mi valor y esperanzas estaban en tus ojos, esos que no puedo olvidar desde el primer día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Mi valor y esperanzas estaban en tus ojos, esos que no puedo olvidar desde el primer día.»

Rápidamente te percataste de la situación en la que nos encontrábamos, y no te importó, volteaste hacia el público como todo una señorita e hiciste una reverencia, yo simplemente imité tu acción

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rápidamente te percataste de la situación en la que nos encontrábamos, y no te importó, volteaste hacia el público como todo una señorita e hiciste una reverencia, yo simplemente imité tu acción. Ordenaste que siguiera la música y que prosiguiera la fiesta, mientras tomabas delicadamente mi mano y con tus mejillas levemente ruborizadas empezaste a caminar hacia un lugar más apartado de todos.

No pude evitarlo, mi rostro había tomado todos los colores, si eso podía ser posible, pero claro, mi máscara cubría bien todas mis emociones, incluso cuando estaba sumamente feliz.

—Así que... Kim Taehyung —volviste a mirarme, inconscientemente suspiré.

—Ese soy yo —respondí seguro, lleno de valor, tus ojos me miraban con ternura y tenían un dulce e inigualable toque especial... ese que solo podía encontrar en ti.

—¿De qué es tu disfraz?

—Soy... el rey de los enmascarados.

—Me gusta, me gusta tu máscara, sabes, es bastante original. Pero... ¿por qué haces lo que los demás? —fruncí el ceño—. Me gustaba más aquel niño sin miedo de ser diferente, aquel Tae... que se distinguía del resto, y pasaba los días junto a mí, no importándole que fuera una princesa.

¿Había escuchado bien? Ella... ¿me recuerda?

—Jennie... ¿estás segura de saber quién soy?

Una particular sonrisa se dibujó en tus labios, asentiste con la cabeza, y procediste a hablar.

—Tú eres Kim Taehyung, mi mejor amigo de la infancia, quien repetidas veces fue mi hombro para llorar, mi tierno consejero y compañero de aventuras, el niño que me defendía y quien con valor tomaba mi mano para correr juntos y alejarnos del peligro, alejarnos de quienes no nos comprendían y armar nuestro mundo, ellos construían castillos de arena bajo el sol, tú y yo jugábamos con barro y hacíamos una guerra por la que siempre terminaban regañándonos. Aquellos tiempos en los que éramos felices y no lo sabíamos, aquellos tiempos en los que éramos niños y nada nos importaba. Aquellos tiempos en los que no usabas tu máscara y venías a verme, sino, venías como tú, como un tierno niño que siempre quiso mi bien. Aquellos tiempos en los que podía contemplar tu rostro sin esa máscara que ahora utilizas por tu inseguridad, Tae, ¿de verdad crees que podría juzgarte..? —no respondí, tus ojos se cristalizaron, y la sonrisa volvió a tus labios—. Esperé por años este momento, en el que pudiera volver a verte, esperé por años volverte a encontrar, Taehyung.

No pude contenerlo, las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, mismas que tú te encargaste de secar con tus pulgares, sin borrar la linda sonrisa que adornaba tu rostro.

Miré aquellos orbes marrones, y sonreí, sonreí otra vez, porque eso podías lograr tú, lograbas que la confianza volviera a mí, lograbas que nuevamente pudiera sentirme seguro, lograbas que olvidara por un momento quién soy, y me perdiera en tu mirar, y tu dulce forma de ser.

—¿Qué esperas?, te conozco desde que somos pequeños, quiero que dejes caer tu máscara y así poder apreciar nuevamente tu rostro, aquel que aunque fuera inseguro y temeroso del futuro, junto a un niño aventurero y tierno, fue capaz de robar mi corazón.

Dijiste lo último haciendo que un notable sonrojo apareciera en tus mejillas, mismo que apareció en las mías, y sentí mi corazón ir más acelerado que nunca.

Lentamente y con algo de miedo de tu reacción, quité mi máscara, tú la tomaste, y rápidamente envolviste tus brazos en mi cintura, estabas abrazándome, no dudé en corresponder tu abrazo, sintiéndome el chico más afortunado de todos.

Pero todo aquello acabó. Recibí un golpe en la cabeza, mi vista se volvió negra y caí al helado suelo, mis últimos recuerdos fueron muchas personas gritando, alarmadas de mí.

“¡¿Qué hace ese horrible ser junto a la princesa?!”

“¡Mátenlo, no merece vivir!”

“Princesa Kim, ¿usted se encuentra bien?, ¿esa bestia la dañó?”

“¡Cierren las puertas del reino, la fiesta se acabó!, ¡y ese monstruo, será decapitado mañana a las doce del mediodía!”

La última imagen que mi mente capturó, fuiste tú, con tus ojos llenos de lágrimas, suplicando que no me dañaran, suplicando que esto fuera un mal sueño, y rogando porque no me hicieran nada malo.

Y lo último que escuché de tus labios fue un;

“Te amo, Taehyung.”

Yo también te amo, Kim Jennie.

Yo también te amo, Kim Jennie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The king of masked | TaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora