[ One-shots Yakusoku No Neverland ]

Mamá

One-shot: Mamá. [Ray, Isabella]

By: NahomyAG. NahomyAG

Medios gráficos: NahomyAG. TsubakiHarumi y NahomyAG

Disclaimer: Ni los personajes ni las imágenes me pertenecen, derechos a sus respectivos autores.

Summary:

"El amor más grande, es el de una madre a sus hijos."

-Vaya tontería -soltó en un murmullo mientras cerraba el libro que leía bajo aquel árbol.

"Mamá"

Los rayos del sol se colaban entre los pequeños agujeros de entre las ramas del gran árbol que, en días soleados como este, servían para proporcionar sombra al azabache. Aquellos pequeños rastros de luz iluminaban las hojas de aquel libro de narrativa poética y, en algunos puntos, confusa. Aun con esos detalles, le agradaba la lectura que tenía, si bien leer no era de sus mayores placeres, aquellas palabras le comenzaban a trasladar fuera de la realidad.

Escapar un momento de la cordura y dureza del mundo real, no es tan malo.

Avanzaba con rapidez página a página. Hundiéndose en la profundidad de los versos acumulados en los simples trozos de papel.

Una lectura en específico atrajo su atención, el nombre era claro, en cursivas le alcanzaba a leer: Mamá.

Frunció el ceño con algo de confusión. El libro que en manos traía trataba temas como el comportamiento humano, sus debilidades, el pensamiento ilógico y los deseos, no era extraño el que encontrar aquel título le resultara un poco ilógico, sin embargo no tardó mucho para seguir con su tarea antes interrumpida por la confusión.

Aunque tampoco duró mucho, cuando después de pasar su mirada por la dichosa hoja de amarillento papel, soltó un bufido mezclado con una risa repleta de ironía. La primera frase el libro fue la causante de ello.

"El amor más grande es el de una madre a sus hijos."

-Vaya tontería -soltó en un murmullo mientras cerraba el libro que leía bajo aquel árbol.

"Era demasiado bueno para ser cierto." Se dijo levantándose de su sitio.

Miró nuevamente la gruesa pasta verdosa y de doradas letras, al mismo tiempo que una sonrisa ladina se formaba en su rostro, las comisuras de sus labios ligeramente alzadas, una más que la otra. Pero no, no se trataba de alegría aquel curioso gesto, era gracia.

¿El amor más grande? A sus ocho años estaba casi seguro de que eso no podía ser cierto. Una madre no daría a sus amados hijos como alimento a monstruos despiadados. ¿Acaso el amor consistía en sacrificar a tus seres cercanos, para sobrevivir? Lo dudaba. Era seguro que incluso él, con tan escasa experiencia del sentimiento, sabía más. El amor, lo entendía como aquel deseo de proteger, cuidar, resguardar, ayudar, comprender, luchar, por alguien; por algo.