Two shot: Aquella noche. [Noremma]Segunda parte: Aquella noche...
By: NahomyAG
Medios gráficos: NahomyAG
Las imágenes utilizadas para la realización de los medios gráficos no me pertenecen, derechos a sus respectivos autores.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, derechos a Kaiu Shirai y Posuka Demizu.
Summary:
Porque aquella noche, los marcó a ambos.
-No dejaré que llores nuevamente.
-No dejaré que mueras.
Dos promesas... Una misión...
. . .
Aquella noche lo decidí, mi adorada Emma... No importa qué o quién, no importa lo que tenga que hacer, no importa en absoluto. Escaparás de este destino cruel, y aunque yo no pueda estar contigo, disfrutar de la libertad a tu lado... Tú lo harás.
Aquella noche lo decidí, así que lo lamento si no pude cambiar de opinión aún cuando me prometiste que viviríamos los tres con las lágrimas en tu rostro y una sonrisa intentando darme aliento.
Aquella noche me di cuenta que, aún más allá de tu alcance o del mío, te amaré.
Las pequeñas gotas caían sobre aquel doblado papel, empapándolo por completo.
El corto mensaje lleno de sentimientos estaba ubicado al final de las instrucciones, el plan de Norman para escapar de Grace Field, abriendo una gran brecha entre el dolor y la esperanza en el corazón de la oji esmeralda.
Los recuerdos, tan claros como la carta que tenía en manos, se repetían con constancia en su mente. La voz aterciopelada del frágil niño de mente indomable y ojos que expresaban cariño eran los causantes de los silenciosos sollozos que brotaban de los labios de la chica, qquella de mirada primavera y cabello otoñal.
Aquella que, con anterioridad, haría sonreír a la persona más desdichada del mundo, ahora no era la misma niña. Su sonrisa se había desvanecido, pero, por ese momento estaría bien.
No se puede sonreír todo el tiempo, ella lo sabía.
La punzada en su pecho, el nudo en la garganta y aquel doloroso escalofrío que la recorría sin piedad eran la prueba de la pérdida que sufría, y de cuánto le afectaba.
El dolor de su pierna rota era una nimiedad, la sensación en esa parte de su cuerpo era incomparable ante la sensación de vacío a su alrededor, de frío al no sentir los brazos de su amigo y confidente resguardándole.
De saber que nunca más le volvería a ver.
Norman ya no estaba. No volvería... Lo tenía que tener presente, y aquello era lo que más pesar le ocasionaba.
No podía creerlo, después de haber pasado por tantos obstáculos y casi mirando de frente a la muerte, él aún se había preocupado por su familia... Por ella.
Él sabía lo que ocurriría, ambos apreciaron juntos lo que era la muerte, su imponencia y el inmenso temor que causaba.
Inconscientemente la imagen del chico surgió en un pequeño rincón de su mente. Recostado en el gélido suelo de aquella estructura a la cual temían, la palidez en su piel y la mortal flor incrustada en su pecho, absorbiendo con cinismo hasta el último rastro de vida del cuerpo inerte de quien fue su familia, su hermano, su amigo...
Estaba rota.
No lo entendía y se negaba a hacerlo. Norman debía vivir, ella lo había prometido.
—No te dejaré morir.
Ella había jurado aquello. ¿Por qué no podía cumplirse el único deseo que tenía? No sé consideraba alguien egoísta o ambiciosa, cruel o codiciosa, nunca había deseado algo con tantas ganas, como salvar a su familia, y entonces...
¿Por qué si era su único deseo... Lo único que añoraba... Por qué no podía cumplirse?
¿Qué había hecho que mereciera tal castigo?
¿Qué error cometió, capaz de arrebatar a quién más amaba en el mundo?
A quien más amaba...
Las lágrimas cesaron ante la aparición de aquella palabra en sus pensamientos. Amor. En su vida planteó la palabra miles de veces, dirigida a su madre, a sus mayores o menores hermanos, a Ray...
Pero, esta vez era diferente.
Esta vez, únicamente la dedicaba a Norman, añorando su compañía, su sonrisa inocente y sus actos bondadosos. Al chico que colmaba de alegría sus días.
Y que no encontraría más a mitad de los corredores, al llegar al comedor para desayunar, al vagar fuera de la casa antes de un buen rato de juegos o después de una rigurosa prueba.
Quería ser fuerte, pero hoy no podría.
Al menos aquella noche lloraría.
Aquella noche la dedicaría a los sentimientos que nunca pudo ni podría mostrar con libertad al albino.
Aquella noche sería solo y solamente de Norman y ella, de sus recuerdos, de las risas, las lágrimas, de sus momentos compartidos.
Aquella noche se permitiría sentir... Pues al día siguiente, llegaría la hora de poner el plan que daría la victoria planteada por la persona que ahora más falta le hacía. No dejaría que su esfuerzo fuera en vano, daría el valor más grande posible a su sacrificio.
Aquella noche sacaría todo el dolor que pudiera, toda la tristeza y arrepentimientos que tenía, para al día siguiente continuar con fuerza, para Norman.
Aquella noche se daba cuenta de aquello que sentía, sin saber que siquiera existía.
Aquella noche, sería la única que se permitiría recordarlo con lágrimas de dolor... Porque sabía, que eso era lo último que el querría.
Y cerrando los ojos con fuerza, recostada en su cama, con algo más que solo una pierna rota y cascadas en los ojos tratando de ser reprimidas, se quedó dormida, sintiendo aquel último abrazo que no pudo darle, junto con las palabras que no podría decir...
Te quiero...
Perdón por los errores que puedan hallar, espero que les gustase <3
Hasta la próxima. Naho.
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[ One-shots Yakusoku No Neverland ]
FanficPorque cada estrella en el firmamento será una historia nuestra en cualquier mundo. ________________________________________ | • | Libro con one-shots y/o drabbles référentes al fandom de The Promised Neverland/Yakusoku No Neverland. [Yakusoku No Ne...