Boruto tocaba su frente donde tenía la curita y recordaba sus manos suaves. No podía dejar de observarla. ¿Qué había hecho mal? Era obvio que había un malentendido. No recordaba haberle dicho nada grosero ni haberla herido, ¿verdad? Aquella última vez que se vieron le había dejado en claro por qué la dejaría de ir a ver al instituto privado para chicas. Entonces ¿por qué se enojó tanto con él? ¿Había sonado grosero? Si era el caso, una disculpas debía ser suficiente, parece que no. La Uchiha no quería dirigirle la palabra ni en mil años. Bufó.
Verla tan cambiada le hizo pensar que era la chica más bonita que había visto en mucho tiempo. Sus amigos siempre decían que era muy malo coqueteando. Y eso empezaba a tener sentido, porque cuando quería acercarse, parecía alejarla cada vez más. Durante todas las clases trató de hablarle, pero ella lo evadía. Ya estaba hartándose de su comportamiento infantil y orgulloso. Bufó al verla salir del curso para reunirse con una de sus nuevas amigas. Una chica morena. ¿Cómo no conocer a la Akimichi? Revoloteó los ojos.
—Vaya junta—desvió la mirada resoplando.
—¿Y ahora qué te pasa?—preguntó Kawaki levantando una ceja.
—Me ignora. Sarada me ignora. No entiendo qué hice mal.
—Eso porque estás viendo las bragas de las chicas, sabes que...
—Tu fuiste el idiota que me metiste en esto—lo jaló y le dio un cabezazo.
Se puso de pie y enfiló hacia los pasillos. Estaba molesto. No entendía por qué estaba enojada con él y lo averiguaría a cualquier costo. Sabía que la prioridad era anotarse al club de volley para comenzar con las prácticas, pero Sarada era más importante aún. Así que la buscó por el colegio y ni siquiera la encontró en la biblioteca. ¿Dónde se habría ido con Chouchou? Maldijo para sus adentros. Ni siquiera tenía su número de teléfono. Corrió por todos los pasillos, de un lado a otro, en vano. No existía rastro de la pelinegra.
Al llegar a una de las esquinas, se llevó puesto a una chica por delante y esta chilló, cayendo hacia atrás. Boruto la sujetó antes de que tocara el suelo y esta se sonrojó al contacto. Se notaba que tenía fuerza, a pesar de que tenía un aspecto opuesto. El rubio se dio cuenta que no la conocía y que iban al mismo año.
—Lo siento, no me fijé por dónde iba. ¿Te encuentras bien?—la soltó.
La chica se recompuso y una vez más se sonrojó. Sus cabellos eran extraños y aunque ese color era digno para llamar su atención, no lo hizo, el rubio quería a esa mujer indescifrable.
—No te preocupes—tartamudeó la pelimorada—. Fui yo la que no...
—Entiendo—notó que en sus manos llevaba un formulario—. Oh, eso es para anotarme a los clubes.
—Sí, soy la presidenta estudiantil y...
—Oh, gracias—juntó sus manos—. ¿Puedes ayudarme entonces?
Ella asintió algo nerviosa y sonrió.
- - - -
Estaban sentadas en uno de los jardines del insttuto. A diferencia de su otra escuela, acostumbrarse a las tonterías de los varones, era algo nuevo para ella. Por poco y podía entender a Boruto. ¿Cómo había hecho Chouchou para sobrevivir? Perdonar a Boruto tampoco era una opción. Se había comportado mal con ella y no merecía una segunda oportunidad. Suspiró resignada y terminó su almuerzo. La morena la miró incrédula.
—¿Por qué suspiras tanto?
—Chouchou, ¿alguna vez te has enamorado?
—Oh—su expresión de espanto lo decía todo—. No. Ningún hombre me merece.
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7 Minutos Para Enamorarte (BoruSara)
Fanfiction《7 minutos Fueron siete minutos los que tardé para enamorarme de ti, Boruto... ¿Qué lo que hiciste conmigo? 》 - - - - Sarada y Boruto van a colegios diferentes. Ella lo ama en secreto, y pese a ello, buscará la forma de decírselo. ¿Cuál será su...