Parte Tres : Casualidad

1.1K 85 65
                                    


Estaba segura que había sido su imaginación. ¿Boruto mirándola fijamente? ¡Imposible! Solo en sus sueños pasaban ese tipo de cosas. Sarada sabía que era demasiado orgullosa para decirle de frente que le gustaba y aunque la idea estaba rondando en su mente hace días, no encontraba la ocasión ni la valentía para hacerlo. Siempre encontraba una excusa para no hacerlo. Quería encontrar la manera de conquistarlo en ese corto período de siete minutos y ahora que habían cambiado de lugar de encuentro, sentía que tenía más posibilidades. ¿Estarían a solas? Era más que probable.

La última semana de Mayo, antes de que iniciara el verano, el instituto privado para chicas permitiría a sus alumnas regresar a sus hogares para reencontrarse con su familia. Por lo que al final de la época de lluvias primaverales, Sarada decidió visitar a sus padres para poder ponerse al día. Este sería su ultimo año en ese instituto y era motivo para celebra. Al fin podría asistir a un colegio mixto como siempre quiso.

Himawari y Sarada estaban ocupadas guardando sus pertenencias en sus valijas, mientras charlaban sobre cuestiones triviales. En realidad, ambas contaban lo que harían en esas mini vacacones y hasta que el regreso, intercambiaron sus números telefónicos.

—Entonces, ¿también tienes tíos?

—En realidad solo uno y no vive en Tokio—explicó Sarada—. Es de Okinawa.

—Nosotros también tenemos un tío que no es de aquí—se sorprendió—. Mis abuelos son de Hokkaidou, por lo que la familia entera vive allá. Mamá se mudó para seguir sus estudios universitarios y ahí conoció a papá—relató con una sonrisa—. Siempre nos cuentan que su historia de amor fue como la de una película estilo americana.

Sarada se echó a reír. También recordaba que la relación de sus padres se dio en el ámbito universitario. No podía creer que tuvieran historias similares. ¿Cómo era posible? Se daba cuenta que tenían más cosas en común de lo que imaginó.

—Ya que nos veremos fuera del instituto—mencionó Yodo al incorporarse a la habitación—. Habrá un festival el domingo. ¿Quieren ir?

La idea sonaba tentadora. Tendrían jueves, viernes, sábado y domingo para reunirse con sus familiares. Tiempo suficiente para poder realizar algunas escapadas entre amigas. Se pusieron de acuerdo para coordinar el horario de aquella reunión y terminaron de empacar sus cosas. Al salir al pasillo se despidieron de sus otras compañeras de clases, en la entrada del instituto ya estaban aparcados los vehículos que pasarían a recoger a sus hijas. Se preguntó si se encontraría con Boruto, ansiaba verlo, desde el día de la lluvia deseaba verlo. No tuvo esa suerte.

Himawari se despidió de la Uchiha y subió el Jeep. Saludó a una mujer idéntica a ella solo que más hermosa. Pudo notar que Boruto tenía sus rasgos parecidos. Era sin dudas su madre, Sarada levantó la mirada y unos vehículos más atrás, uno de color azul plateado, se encontraba el que pertenecía a su padre. Sasuke era profesor de ciencias económicas en la universidad privada de Tokio. Posiblemente algún día entraría a ahí. Subió al auto y se abrochó el cinturón. Saludó a su padre con una mirada nostálgica. Lo extrañaba.

—Has crecido—mencionó su padre sin dejar de apartar la vista de la carretera.

Sarada sintió sus mejillas arder. ¿Crecido? Claro que sí. Todos los días crecía un poco más. Sin embargo, también se sentía diferente a la última vez que lo vio, es decir, en año nuevo.

—Sí, crecí papá.

—Me refería a tus cabellos—los señaló—. Te los estás dejando crecer.

Oh, ahora entendía. Tocó la punta de sus cabellos. Tenía razón. Sus cabellos estaban creciendo y ya habían pasado sus hombros. Ya no eran cortos como los de su padre. Ahora lucía más femenina que antes. Y no era que le disgustaba. Decidió dejárselo crecer porque sus amigas se lo pidieron. Yodo había apostado que de esa forma Boruto se iba a fijar en ella y aunque estaba funcionando, pues la última vez, sus ojos se cruzaron. Creía que solo exageraba. En el fondo le agradaba el cambio.

7 Minutos Para Enamorarte (BoruSara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora