Capítulo 7

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Pov Mina

Estaba atada a una mesa de metal, sentía el frío de la superficie penetrando en la piel de mi mejilla, pecho y abdomen. Me encontraba tan asustada que me era difícil respirar y los pasos de esos hombres rodeando la habitación no ayudaban.

-Tranquila pequeña –dijo uno con una voz melosa- no te haremos daño si tus papis nos dan lo que queremos- Mentira. Acarició mi espalda desnuda mientras yo intentaba alejarme de su toque, lo cual me era imposible gracias a las cadenas que sujetaban mis muñecas y tobillos a la mesa.

Se paró al lado de la mesa sosteniendo un látigo mientras marcaba el número de mi familia. Desee que no contestaran, odiaba que contestaran las llamadas porque mis padres sabían lo que me hacían cada que hablaba con ellos.

Descolgaron la línea, la voz de mi madre inundó la habitación, la respuesta que le llegó fue el sonido del látigo estrellándose contra mi piel y mi grito de dolor.

Desperté cubierta de sudor y con la respiración agitada. No entendía porque estaba teniendo esas pesadillas otra vez, no hacían sino desgarrar una herida que no quería atender en este momento, abriendo una puerta que no debería ser abierta. Revisé el reloj de la pared, 3:20 am, maravilloso. Me levanté en silencio buscando la ropa de entrenamiento y salí de la habitación. Se estaba convirtiendo en una costumbre, los días que me despertaban las pesadillas salía a correr un poco para despejar mi mente.

Una voz me hizo detener mi trote abruptamente –Soldado Myoui –busqué el origen de la voz, encontré a su dueña parada a unos metros de la pista de carrera mirándome seria.

-Sargento Im

-Puedes llamarme Nayeon cuando estemos solas –me sonrió pero sus ojos seguían serios- ¿Qué estás haciendo levantada a esta hora?

-En ese caso, puedes llamarme Mina –me acerqué a ella- Estaba corriendo porque no podía dormir, ¿y usted?

-Me sorprende que en un par de semanas aquí ya me trates respetuosamente –bromeo levantando una ceja –Yo estaba arreglando unos asuntos del torneo con la Sargento Son –sentí como mi corazón se aceleraba al escuchar su nombre, contrólate Mina- No te preocupes, ella está en otra ala del edificio.

-No te estaba preguntando por el paradero de esa idiota –solté bruscamente y ella me sonrió entretenida.

-Claro... Entonces vuelve al edificio Mina, no debes estar fuera de tu camarote a deshoras.

-Ya te dije que no podía dormir –replique molesta y una idea cruzo mi mente- ¿puedo ir contigo?

-Claro, pero tengo mucho que hacer –advirtió mientras se daba la vuelta.

-Está bien, me puedes servir de guía mientras estamos en eso- Troté hasta quedar a su lado, ella negó resignada mientras me sonreía.

Durante el resto de la madrugada estuvimos recorriendolas instalaciones de la academia, repartiendo y pidiendo permisos para realizarlos entrenamientos pertinentes para el torneo. La única habitación que me llamóla atención fue la sala de música. No entendía porque no teníamos una claseobligatoria ahí. Al preguntarle a Nayeon ella me dijo que era debido a quenuestra academia se centraba en otros temas y que las personas que la usaban lohacían en sus tiempos libres.

Para cuando las trompetas sonaron, ya nos encontrábamos en el ala de nuestro pelotón, Nayeon me despidió dulcemente y yo me dirigí hacia mi camarote. Había descubierto que la castaña era increíblemente amable y divertida. No entendía porque la troglodita de Chaeyoung no podía ser así. Entré con una enorme sonrisa a la habitación, la mañana con Nayeon había sido maravillosa, las chicas me miraron entre preocupadas y curiosas.

Mi Sargento [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora