One-shot. #4

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TÉ DE BURBUJAS
* * *

Un fin de semana cualquiera, sin nada que hacer, aburrido en casa, con una compañía vacía. Así es como se sentían dos individuos en sus propios hogares. En el caso del koala, sus guardaespaldas no eran nada más que algo parecido a malditos robots, querían hacer lo que él quisiera, hablarían de lo que él quisiera, seguirían sus pasos, acatarían sus órdenes, en sus cabezas no había espacio para la independencia; por parte del oso polar, sus hermanos estaban demasiado ocupados en un nuevo videojuego, el cual, lastimosamente, era solo para dos jugadores, ellos estaban tan encerrados en su mundo de píxeles que la atención para el menor de la familia era nula.

— Son unos tontos —pensaron los dos en sus hogares.

Nom Nom quería a alguien independiente, que fuera impredecible, no unas estúpidas marionetas que no eran capaces ni de escoger qué preferirían desayunar; Polar, necesitabaa de vez en cuando que alguien le diera atención, que hicieran lo que él quiera, estaba cansado de nunca poder hacer nada con sus hermanos cada vez que un videojuego nuevo salía.

En momentos como estos, la ciudad tampoco era la mejor respuesta. Cuando salieron, se dieron cuenta de que no era distinto a lo que en sus respectivos hogares vivían. Nom Nom tendría que lidiar con fanáticos que, al igual que sus guardaespaldas, no harían nada más que obedecerle y engreírle; por parte de Polar, el estar rodeado de desconocidos le generaba cierta inseguridad, pues todos eran impredecibles, además de que nadie le daría atención al ser un oso.

Lo peor de todo es que era verano, la estación más odiada por ellos. El calor los abrumaba. A uno le daba asco el hecho de sudar; al otro, lo hacía sentir débil al no ser su temperatura natural.

Algo fresco les haría bien a ambos, quizás algo de helado. De pronto, recordaron que salieron tan deprisa de sus hogares que no llevaron nada consigo. Caray, qué día están teniendo. Y eso que apenas son las nueve de la mañana.

Probablemente una bebida tampoco esté tan mal, aunque claro, es difícil hallar un local que dé bebidas heladas gratis. No obstante, hay uno en el que ambos poseían un beneficio similar. Nom Nom era una súper estrella de Internet, por lo que solía recibir bebidas gratis; Polar, desde que su alter-ego extrovertido salió a flote, el dueño del lugar le invitaba bebidas gratis, aunque el oso aún no sabía por qué lo hacía, solo se dejaba llevar por sus hermanos.

Así es, "Boba Rama".

Diez minutos de caminata fueron suficientes para que el koala llegara a su destino. Ingresó con un intento de perfil bajo y fue atendido por una de las trabajadoras, quien fue amable con él al momento de tomar su orden, y, sobre todo, no hizo gran cosa al reconocerlo, salvo saludarlo. Gracias a esa relación de seguidor-estrella, la chica, con permiso del dueño, logró que lo que la "casa' invite la bebida que pediría. Después de una corta charla, el koala pasó a sentarse en una mesa esquinera para esperar su orden con toda la paciencia que podía.

Otros diez minutos más tarde, finalmente, el oso polar llegó al local. Al estar más alejado de la ciudad, el viaje era más largo. Dejando ese detalle de lado, ingresó con un perfil bajo, casi sin hacer ningún ruido. Habló con la misma trabajadora, comentando que era amigo del dueño. Ella fue a la cocina a consultar, y recibió una respuesta positiva, por lo que volvió para atender la orden gratuita del albino. Hecho esto, el oso asintió con su cabeza y fue a sentarse a una mesa cerca a una ventana, para poder ver a la calle.

El tiempo transcurrió, los minutos parecían horas, y ambos lo tomaron con una perspectiva completamente diferente. El koala comenzaba a hartarse de que su pedido tardara tanto; el polar, simplemente se estaba sintiendo cada vez más pesado por el calor. Con la paciencia en negativo, decidieron levantarse a reclamar sus respectivas bebidas.

❝Celebrity and coolbear❞, Escandalosos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora