Maestro {Fanfic BxB}

Capítulo 8:- Nueva vida

{Recapitulando}

Hasta ahora, hemos visto cómo ha llevado su vida el peliturquesa, la depresión que está viviendo, esa alucinación de Bonnie que no deja de molestarle, entre otras cosas.

Pero... ¿Cómo estará el pelimorado después de haberse marchado?

Veremos si al pelimorado le ha ido bien con su nueva vida... O por el contrario, le ha resultado dura, al igual que al peliturquesa..

Pronto sabremos más de nuestro conejito pelimorado

P.D.V:- NARRADOR

El pelimorado, se encontraba en un lugar en el que apenas se veía ninguna luz, estaba caminando sin rumbo, asustado, intentando encontrar la salida.

Donde... ¿Dónde demonios estoy? –Dijo el muchacho, mirando a su alrededor, pero sólo veía oscuridad– La salida debe estar cerca.. sólo tengo que seguir busc.. –En ese momento, algo agarró de las piernas al chico– ¡AH! S..¡Suéltame! –El joven intentó liberarse, pero aquella criatura empezó a arrastrarlo hacia abajo–

El ojirubí, gritaba y daba patadas a la criatura, que no lo soltaba, le agarraba más fuerte de las piernas y el cuello, y se reía sádicamente. Cuando parecía que el chico sería arrastrado hacia las profundidades de la oscuridad...

Dos manos aparecieron para agarrar al muchacho, y liberarle de aquella criatura.

El pelimorado estaba al borde del llanto, temblando, mientras respiraba con dificultad. Cuando alzó la vista para ver quien le había salvado...

Era Bon.. El joven lo miraba con una cálida sonrisa, mientras Bonnie, lo miraba sin poder creérselo.

¿Bon?.. –Le mira con los ojos muy abiertos–

Hola.. mi querido Bonnie~ –Decía con un tono de voz dulce, y una sonrisa cálida–

¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos?.. –Mirándole con desconfianza, alejándose un poco, mientras miraba de reojo a su alrededor–

No tienes que preocuparte por dónde estemos~... Lo importante.. Es que por fin estamos juntos de nuevo~ –Dijo acercándose, mientras su sonrisa se volvía cada vez más cálida–

Es entonces cuando el peliazul, se acercó más a Bonnie, quedando a escasos milímetros de su rostro, viendo como el pelimorado quería volver a alejarse pero... su cuerpo no le dejaba, no podía reaccionar.

¿Qué haces?.. –Dijo el ojirubí, mirándole mal–

Solo... Quería disculparme por todo lo que te he hecho.. por todo el daño que te he causado.. Y.. No se me ocurre una mejor manera.. que esta~ –El chico, que empezó a sonrojarse, cogió la barbilla del joven con dulzura y, depositó un beso tierno en sus labios–

¡¿Mm?!.. –El ojirubí abrió los ojos por completo, bastante sorprendido y enojado–

Aunque al principio el pelimorado se negó a corresponder el beso... poco a poco, ese instinto que nos impulsa a hacer locuras.. provocó que el pelimorado empezara a corresponder con pasión aquel beso