Come little childrens

Come Little Children/The hanging tree

Una oscura noche de primavera, las sombras se arrastran por cada rincón, las nubes negras cual garras iba arañando el cielo, tapando así las pequeñas luces de las estrellas, en cambio la luna alta y brillante resplandecía imponente con un extraño rojo sangre anunciando la llegada de una tragedia.

En el silencio del Reino Tierra, las banderas rojas flameando imponentes en cada edificio recordandoles a sus habitantes quien era el rey que los gobernaba bajo su cruel mandato; en un pueblito pequeño de campesinos, en la plazoleta central se manifiesta un orbe de una tenue luz blanca, una figura femenina de gran belleza emerge de aquel orbe. La bella dama empezó a entonar una hermosa canción, su voz celestial iba endulzando y maravillando los oídos de aquellos que la escuchaban, con movimientos sutiles empezó una delicada y bella danza al compás de su cántico.

 Vengan niños, yo los llevare a una tierra de encantos 

Recorriendo el pueblo  con su baile y canto, los niños iban despertando ante tal maravilloso sonido  atraídos por ella, en silencio total iban saliendo de sus casas embelesados aún más por la encantadora mujer.

Vengan niños, es hora de jugar, en mi jardín de las sombras 

En la entrada del pueblo se manifiesta otra figura, un hombre  vestido de negro con una horrible máscara azul, esté retirando la careta a un lado de su rostro se acerca a la bella dama uniéndose en su canto y en la danza.

Síganme dulces niños, yo les mostrare el camino a través del dolor y la pena 

 Los niños completamente maravillados por tan hechizo seguían a ambos espíritus ante sus promesas de un mundo mágico.

No lloren mis pobres niños, la vida así es, asesino de belleza y pasiones 

La pareja les sonríe alumbrando el sendero con pequeñas luces rojas guiándo a todos los niños afuera del pueblo perdiéndose así entre la negra noche, sin dejar rastro alguno de su paradero.

Quieres, quieres en el gran arbol encontrarme

En la Nación del Fuego, en el corazón de la ciudad, se alzaba la estatua de la Señora del Fuego Azula, con crueldad y tiranía gobernaba a todos bajo su mano, donde la depresión se notaba en la gente tirada en la calle de extrema pobreza.

Colgaron a un hombre, dicen que asesino a tres 

 En el silencio de la noche una voz se empezó a escuchar, la melodía hacía salir a los niños; en el palacio un joven principe de no mas de 12 años se levanta y recorre los pasillos en busca de aquel cántico, ahí en uno de los corredores en medio de la oscuridad un hombre apareció, que retirando su mascara dejó ver así su rostro marcado y ojos dorados, el niño corrió hacia aquel extraño cuando este le sonrió con ternura, tendiendole la mano mientras seguía el canto del hechizo.

Aquí pasaron cosas extrañas 

 Los guardias captaron el sonido de unos pasos y con horror vieron cómo el joven heredero salía del palacio con ayuda de un espíritu, los gritos no se hicieron esperar despertando asi a la gobernante de la Nacion del Fuego y a los padres del niño, que corriendo junto a los guardias atacaban a aquel extraño, pero todo ataque de fuego se desviaba hacia ellos mismos. 

Me hubiera gustado a medianoche que nos veamos

Azula vio como no solo su nieto seguía al hombre sino todos los niños salían de sus casas o de los callejones para unirse y seguir a la dama que danzaba y cantaba, sin pensarlo preparo un rayo para lanzarle a la pareja que bailaba, pero el ataque no les hizo nada en absoluto; el espíritu volteo a verla retirando asi su mascara, que con horror y pánico vio el rostro lleno de malicia y odio de su hermano muerto. Atónita ante el descubrimiento no pudo mover ni un solo musculo.