Las palabras de mi corazón.

Poema XVIII

Las heridas del corazón son difíciles de cicatrizar, pero cuando aprendes a curarlas es todo más llevadero
Aprendes a dejarte llevar por el tiempo que pasa y no vuelve, se va con todo aquello que dejaste en la basura, con cada recuerdo, cada sentimiento desaparece dejando la cicatriz de lo que paso sin poder olvidarlo del todo
Todos cargamos  con una historia a la cual deseamos agregar o sacar algún fragmento, pero la tinta con la que se ha escrito no se puede borrar y mucho menos volver a escribir, por lo que quedará ahi para dar su enseñanza, la moraleja impregnada, sin saber si la tendremos en cuenta en algún momento
Lo aprendido saldrá a la luz cuando pasemos por algo similar, pasando nuevamente por el mismo error, rememorando las acciones que nos llevaron al mismo lugar, para que después podamos seguir avanzando evitándolas
Los recuerdos no son la preocupación principal, sino el momento en el cual nos ponemos a pensar en ellos y eso se nos va de las manos, metiéndonos en un torbellino de sentimientos encontrados en todas las andanzas, creyendo que estamos caminando para atrás, sin ver que cada vez nos hacemos más fuertes y eso es lo único que importa.