Las palabras de mi corazón.

Poema XXII

Suprimo mis pensamientos, pues nuevamente vagan por tus recuerdos
Evado tu presencia fantasmal en mi habitación, pues me persigue durante las noches
Mis ojos se cierran fuertemente tratando de hacerte desaparecer, necesito dejarte ir
Tus voz hace camino hacia mis oídos, un arrullo suave en el silencio de mi habitación
Inspiro profundamente mientras los escalofríos recorren mi espina dorsal, mi cuerpo tirita ante la sensación
Ya no puedo escapar de esta ilusión, estás ahí siempre, observándome desde las sombras que cubren las esquinas
Entonces el sol penetra en la oscuridad de mi habitación, inundando todo a su paso, defendiéndome de mis propias oscuridades
Ha terminado la noche y con ella te has ido, pero sé que volverás a perturbarme cuando el sol nuevamente se haya ocultado.