"¡HORA DE IRNOS!"—Grito mi mamá. "¡ADIOS NEW YORK!"
"Los ángeles."—La corregí.
Para que nos vayamos a Nueva York mi mamá tiene que hechale' bolas.
"No, no, no..."—Maria besaba el piso.
"Bueno... Bonito mientras duro."—Suspiro valentina.
Me da una lastima total... Siento como si en cualquier momento me despertare y estaré babeando la cama y ahí me daré cuenta de que todo esto fue un sueño.
-Sueños de esos que solo son eso... Sueños-
-Cállate marrrdeta-
¿Y que es lo que más me duele? No ver a Harry aquí... Na mentira ¡Que regreso a la patria! Pero por una parte si no verlo ni despidiéndose... El me tiro una labia de y que me iba a ayudar a no irme y yo no se que, y no veo ni el esqueleto de el por aquí.
"Haya!! Vamos."—Dijo mi madre y me jalo. Fue como si jalara las esperanzas.
Y el hilo de la camisa que me costo buuuurda' de cara por el sambil.
Llegamos en donde estaba un tipo demasiado bello atendiendo... ¿Y los de el terminal? ¿Los de maiquetia?
Primero paso mi mamá y luego Valentina, ya comprando los boletos de avión.
"Pasaporte."—Sonrio.
Yo le pase el mio y de Maria.
Miro ambos con el ceño fruncido.
"¿Podría acompañarme?"—Me miro.
"Ve carajito, no estamos para chanceros ahorita porque nos vamos, si quieres la llamas al 555-Corriente. Pero ahora no, chao."—Maria ya iba a seguir de largo pero el se lo impidió.
"El pasaporte a expirado."—Dijo serio. Mierda.
"Adriana viste, por no quererme acompañar pa' el saime."—Empezo a reírse.
"El de usted también."
"¡¿Como es la vaina?!"—Se altero.
[...]
"SI SER BELLA ES UN DELITO ¡PUES ME VUELVO EL PRAN! PRAY FOR YO"—Maria se agarraba de las rejas de esta -y que cárcel- gritando.
Ya me tenia mareada nojoda.
"Chama ¡Ya! Estamos aquí por falsificación, usurpadoras, no se, no le entendí."—Jalaba la raíz de mi cabello desesperada.
"¿Aja y nosotras porqué?"—Dijo mami refiriéndose a ella y Valentina.
"Cómplices."—Sonreí.
"Si, osea, ustedes no son burda' de malandras y rebeldes como nosotras."—Sarcasticamente dijo Maria. "Al tipo ese cuando lo vea le voy a dar una parranda de palos."—Jala la reja como si la iba a quitar.
"Deja eso, que ahorita y se te sale un peo'."—Le dijo mi mamá.
Las otras dos muchachas que estaban metidas ahí con nosotras, se estaban susurrando. Hasta que una se paro y fue directo hacía Maria.
"Mira princesa, dame los collares, aretes, anillos y brazaletes y te dejo el pellejo libre."—Le dijo una de las tipas tratando de intimidarla.
Mal echo, esta jodida la caraja.
"¿Que dijo?"—Me miro Maria.
"Que le des la cadena, los zarcillos, los anillos, las pulseras, todo pues."—Le explique.