Detrás De Lo Prohibido [+18]

3: Encuentro Inesperado

CAPITULO 3: “SENTIMIENTO 3 - ´ENCUENTRO´ INESPERADO”

Las cosas en mi casa transcurrían como en los viejos tiempos; todo era risa.
Mi madre, Grecia, se sorprendió y alegró cuando llegó del hospital al vernos riéndonos y hablando como antes. No preguntó el porqué de nuestro tal comportamiento, por lo que solo se limitó a reír con nosotros y agradecí al no cuestionarnos.

Específicamente no dejamos nada en claro con papá. Era obvio que mis lágrimas no respondieron, no preguntaron y mucho menos le reprendieron algún hecho cometido. Sin embargo, agradezco ese día de haber podido escuchar su opinión, parte de sus sentimientos y preocupación; por lo menos me ayudaron a entender que es mejor disfrutar el momento que permanezcamos juntos, ya que en cualquier instante  podríamos alejarnos. 

Caminar por los pasillos del colegio es aburrido, ver siempre las mismas habitaciones o lugares del colegio, es aburrido. En estos lugares sueles ser empujado por la muchachada mal educada que va distraída o chillando con sus amigotes. Lo mejor es estar en el patio, donde todo es tranquilo y nadie te empuja, en donde puedes oír a los pájaros cantar, sentir como el fresco viento te golpea el rostro y te hace bailar el cabello, en donde el sucumbido de los árboles acompañan tu soledad. Suelo estar ahí siempre, incluso en invierno. Es mi lugar favorito del colegio, algunas veces escribo y escucho música, o escucho música y pienso.

Pensar es mi mayor pasatiempo de los días. Las horas se me pasan haciéndolo, pero, bueno, eso es lo único que me distrae de la dura realidad.

El sonido del timbre provoca que vuelva a la tierra y me avisa que debo de volver a clases. Ustedes saben que soy la abanderada, pero eso no implica que sea la más inteligente, ni tampoco que adore estudiar. Estudio porque quiero ser una persona con un labor profesional de mayor, pero, el título profesional no implica que seas una persona con todo el conocimiento de él labor que seguiste, no, muchas personas sin un labor profesional saben bastante, incluso un poco más que el “profesional”.

Yo creo, que desde pequeños nuestra mente va desarrollándose a medida de nuestros problemas, o de lo que transita a nuestro alrededor. Dándonos conocimiento e inteligencia. En muchos casos (a algunas personas) no tan solo se nos va desarrollando eso, si no, que nos va desarrollando dolor y sufrimiento.

Con el pasar del tiempo nuestra mente va eyaculando todo ese dolor, provocando temor en confiar en una persona (contárselo), y ese mismo dolor eyaculado en nosotros nos va “cagando”. Pero nosotros no nos damos cuenta de ello, hasta que llegan los problemas; como cuando tu mente se adueña de ti (te das cuenta cuando te dice groserías o te humilla a ti mismo), esas mismas humillaciones de parte de ella produce tu odio mismo, como también temor. Temor en salir a la calle, insomnio, inseguridad en ti, nada de apetito, o mucho apetito, llantos en la noche o en momentos en los que te encuentres sola/o, aislamientos de las personas que te rodean, cuando comienzas a autolesionarte, muy baja autoestima, y deseos de morir. Quizás hay más síntomas o dolores, pero estos son los que más conozco. Por lo tanto, todo ello no es un “simple dolor” o un “simple sufrimiento”, no te intentes engañar, no dejes que tu mente te engañe (y sé que decirlo es fácil, pero hacerlo es lo difícil). Todo ello es más que dolor, mucho más, esto ya es denominado depresión, y la depresión no se la supera así de fácil. Para “superarla” muchos optan por el “camino fácil” (la muerte) y otros por el “camino difícil” (por seguir viviendo y recuperarse con ayuda de los “profesionales” o tan sólo llega algo o alguien a su vida y los salvan de todo ese infierno vivido).

Pero, creo que la depresión es un dolor (que conste que es mucho más que dolor) que no se los supera del todo. Siempre quedará algo de ella. Y si nos sucede algo volverá de la misma manera que vino, o quizás peor. Ésta seguirá habituando en tu ser.