6: Kevin

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CAPITULO 6: "SENTIMIENTO 6 - KEVIN"

Siempre eh oído a las personas cantarear esa incomprensible y nefasta frase; "El tiempo lo cura todo". Cuando, realmente es todo lo opuesto, ya que, cuando volvemos a caer por el mismo problema, luego de que pasó un tiempo, acaso ¿Lo curó? ¿Caducó ese dolor o ese sentimiento?

Mis creencias admiten que solo existe esa atroz teoría para tratar de aconsejar o ayudar a otra persona, no obstante la solución o tranquilidad del individuo no se basa o calma de ello, ya que lo único que hace él es correr la hora del reloj, y lo único que hace esa teoría es esconder ese sentimiento; tragárselo, hasta pensar que no sentimos eso, que llegó a el punto de no existir y de no doler, pero la única verdad es que nos duele y por ello nos vamos hundiendo a nosotros mismos. Realmente jamás dejaremos de sentir ese amor, ese dolor, ese odio, ese... lo que sea que fuese, por la persona que nos hizo daño. Porque nosotros vivimos alimentándonos y a la vez muriendo por esos sentimientos.

Y si nosotros vamos mejorándonos en ese tiempo, es porque nosotros queremos, porque nosotros le ponemos esas ganas, esas chispas, esa leña a la llama para hacer una fogata.

Pero les aseguro que el tiempo no cura, ni arregla nada.

Me hecho un último vistazo en el espejo, para asegurarme si tengo mis prendas arregladas y si mi oscuro cabello no se encuentra despeinado, pero mi expresión no ayuda para nada. Cualquier persona que me observara se daría cuenta que estoy totalmente furiosa, y doy gracias ya que eso es lo único que tapa mi dolor... dolor, una palabra tan chica para lo que siento...

Tomo mi maletín y me dirijo para abajo, encaminandome directamente a la cocina, atravesando el luminoso y estrecho salón. Al llegar encuentro a mamá preparando el desayuno, quizá para ambas, pero en estos precisos momentos no se me apetece más que una fruta, así que voy directo a abrir la nevera, para así poder sacar una manzana verde de los cajones.

-Hija, ¿No quieres té? - pregunta mamá con amabilidad, algo tan común en ella.

-No, gracias. - respondo seco.

-Tu padre te llevará al colegio, ya que le toca trabajar. - mierda, otra cosa que me hace poner más enfadada.

-Lo esperaré en la puerta. Adiós mamá. - le digo despidiéndome y dándole un beso en la mejilla.

Precisamente, no debería ser dura con ella, ya que ella no es culpable de mis pecados, y mucho menos de las desgracias que pude llegar a hacer con papá.

-Adiós, hermosa. - me despide.

Por lo tanto, camino despacio, sin apuro alguno, mordiendo tranquila mi manzana. Atravesando nuevamente el salón, para así llegar hasta la puerta delantera y abrirla, en eso, me recibe un viento mañanero; fresco y depurante de todo aquello que logra consumirte en la noche, acariciandote con esa tenue delicadeza hasta hacerte sentir de esa forma totalmente extraña, pero finalmente te sientes bien.

Tras mí, cierro la puerta y me siento en los escalones, para así poder seguir mordiendo mi manzana y esperar a papá.

Observo el celestial cielo, que densamemte se encuentra tapado de nubes, admirando la naturaleza, sus creaciones, sus frutos y sus misterios. Pero tal encanto que me brindó la ya mencionada naturaleza, es interrumpida por un pitido de mi móvil, haciéndome recordar bruscamente a quien deje plantada ayer; Kevin.

Al revisar la bandeja de mensajes, que por cierto el reciente era del saldo, observo también el de Kevin, sintiéndome totalmente mala amiga.

Kevin <3
Hola Darla. No hay problema. Tranquila, también pude disfrutar un poco la salida. - 15. 34

Detrás De Lo Prohibido  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora