Capítulo I

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------------ 12 de marzo del 2009 ------------

En un hogar muy acogedor, se encontraba una niña sentada esperando su almuerzo.

Ella era una niña de seis años de edad, con ojos grandes y redondos color verde esmeralda, nariz perfilada, labios rosados, piel clara como la nieve y cabello lila, largo hasta su cintura.

Con una emoción notable en su voz, al acordarse de algo que quería hace días, les dijo a sus padres.

Saori: Mamá, papá; ¿podemos ir al parque?

Mamá: Claro.

Papá: Pero después de que termines de almorzar, ¿si?

Saori: ¡Si!- dijo ella con alegría.

Ella comenzó a comer rápido, sus padres la miraron y sólo sonrieron.

Mamá: Tranquila, Saori, que todavía es temprano.

Papá: Exacto, no tienes porqué apresurarte.

Saori: ¿De verdad?

Ella miró el reloj y si, era temprano, las doce para ser preciso. Ella se calmó, tomo un trago de su bebida y comenzó a comer tranquila.

Ella, a pesar de tener seis años de edad, ya sabía que hora señalaba el reloj colgado en la pared, algo casi imposible para un niño de su edad. A su corta edad había aprendido a hacerlo. Veía cómo sus padres lo miraban cada cuánto querían la hora y, a veces, decían que hora era.

También se puso a investigar en su computadora, quería entender cómo se utilizaba un reloj. Como se esperaba, aprendió luego de unas semanas. Obviamente, sus padres le ayudaron con algunas cosas sobre eso.

Pasaron quince minutos. Ellos terminaron de comer y se fueron a alistarse, así dando las doce y veinticinco, se subieron al auto y se fueron en dirección al parque.

Después de unas cuantas horas que Saori jugó allí con otros niños, sus padres la llamaron para irse, ya era la seis de la tarde.

Mamá: ¡Saori!¡Cariño, ya vámonos!

Saori: !Ya voy!- mira a los niños con los que jugaba y comenzó a mover su mano en forma de despedida -Adiós, chicos, los veré otro día.

Mamá: Hija, antes de ir a la casa , ¿te gustaría ir a visitar a tus abuelos?

Saori: ¡Sí! Ya los extrañaba.

Papá: Bien, vámonos entonces.

Se dirigieron a la casa de los abuelos paternos de Saori, pasaron un rato muy agradable conviviendo con ellos. Saori conversaba con ellos sobre cosas que un abuelo normal le diría a su nieta de seis años y esta le respondía de la misma manera.

Los padres de ella también conversaban con ellos, pero sobre temas diferentes. Sin embargo, ella podía entender la mayoría de la conversación a la perfección, a veces ellos hablaban sobre negocios de empresas que se mencionaban por TV o otros temas que sólo personas mayores podían hablar.

Sorprendente,¿verdad? A su edad, ya comprendía y aprendía varias cosas muy rápido. Hasta sus padres se sorprendían de esto. Les enorgullecía que su hija fuera inteligente y muy hábil entendiendo algunos temas adelantados para su edad, pero, a pesar de esto, ella seguía siendo solo una niña de seis años a la cual no se le puede decir algo a la ligera.

Mamá: Hija anda despidiéndote de tus abuelos, ya es tarde y tenemos que regresar- la niña asintió. Se fue con sus abuelos y, cómo le ordenó su madre, se despidió.

Ya era muy tarde, las once para ser exactos. Los padres de Saori se despidieron después de que ella lo hizo y prosiguieron a retirarse. Se subieron al auto -sus padres adelante y ella atrás- y emprendieron su viaje de regreso.

Conduciendo por la carretera que se dirigía a la ciudad, comenzó a sonar el celular del padre. Este, queriendo contestar, lo sostiene mal y se le termina cayendo.

Su esposa no se percató de esto y siguió mirando por la ventana. Veía paisajes oscuros, donde no puedes ver nada, pero te pierdes en tu mundo imaginando que podría haber ahí.

Él decidió recogerlo (debido a que seguía timbrando), dejando que su mano izquierda maniobrara el timón desviándose del carril en donde iba y yéndose, poco a poco, al de sentido contrario.

Escuchó un sonido a lo lejos el cual se hacía cada vez más fuerte haciendo que todos se percataron de qué es lo que venía en frente suyo.

Papá: Levantó la cabeza dirigiendo su mirada adelante, quedándose en shock y sintiendo que su cuerpo no le respondía por lo que veía -no puede ser...- dijo susurrando, ya casi con la vos apagada. Veía cómo una luz se acercaba a gran velocidad, sin imaginar que, quizá, sea la última que vería.

Mamá: Ella vio lo mismo que su esposo y, como si estuviera en cámara lenta, volteó a ver a su esposo y vio como este movía la boca diciendo algo que ella no alcanzó a escuchar, luego miró a su hija -¡SAORI!- y, en una rápida reacción, se puso delante de ella tratando de protegerla, evitando que una tragedia le fuera a pasar a su hija, sin embargo....

Fin del 1° capítulo

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*Holis este es el primer capítulo, ¿Qué les pareció?, espero les haya gustado y apoyo de parte de ustedes, sin más que decir, gracias por leerlo y hasta la próxima*

Fue Un Accidente [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora