Fuck Me Daddy [+18 Yaoi]

Cap. 3

Lo primero que vi en mis sueños fue a Alice, oh Alice, esa chica tan hermosa que me gusta desde que ingrese al colegio, esa chica tan dulce, tierna y perfecta, sus mechones rojos hacían juego con sus bellos ojos azules que eran acompañados por esas pestañas largas y risadas, sus labios carnosos y rosados, con tan solo mirarlos te dan ganas de besarlos y morderlos, su tés blanca, sus mejillas resaltaban de una manera preciosa cuando se sonrojaban en esa piel tan pálida pero tan suave y perfecta... Alice me fascinaba, pero, de repente Alice desapareció, todo se tornó oscuro, no lo entendía ¿Donde Diablos estaba? Lo único que vi después de eso fue a Jason, ese rostro tan masculino y perfecto, esos músculos, no lo soportaba, no podía mirar aquellos ojos, desperté de golpe, sudando y jadeando, mire mi reloj, eran las 9:30 ¿Tan poco tiempo había pasado? Me levante y me estire un poco, limpie el sudor de mi cara, tome mi chaqueta, mis tenis y baje, mis padres no estaban, mi hermana tampoco, agradecí aquello, tomé mis llaves y salí de la casa, camine un largo rato hasta que por fin llegue a casa de Sanha, toque y este me abrió, rápidamente me abrazo, correspondi aquello, no pregunto nada, me miro y sonrió, yo, tristemente le devolví el ademán:

-Mi madre necesita pastillas para dormir pero perdió la receta ¿Que puedo hacer?
-Mi padre tiene algunas, podría darte un bote ¿Con eso bastará?
-Supongo que si...
-Bien, espera un segundo.- Fue corriendo al cuarto de su padre y después de unos minutos de charla bajo con las píldoras en la mano, me las entrego y me sonrío de una manera tan dulce y tierna, extrañaré eso, definitivamente, tome las píldoras tembloroso y lo abrace fuertemente conteniendo las lágrimas.
-Adios Sanha...
-Hey...- Me correspondió el ademán.- Suenas como si esta fuera la última vez que nos veremos.- Soltó una risa inocente y yo me sentí horrible, me despedí y me alejé de su casa, Dios mío, me sentía fatal, posiblemente si seria la última vez que abrazaría a Sanha... Estaba seguro de lo que iba a hacer y bueno, muchos de ustedes se preguntaran ¿Enserio piensas suicidarte con una violacion? No solo es por ello, llevo años lamentando mi existencia, años de sufrimiento, años de fracaso, dolor, rechazo, años donde yo quería simplemente desaparecer, esta vez lo lograré.

Llegue a mi casa, mis padres estaban ahí, escondí las píldoras en mi sudadera y tragué saliva.

-Hola hijo.- Saludó mamá sonriente, extrañare tanto esa sonrisa tan cálida.- ¿Tienes hambre? Papá y yo trajimos la cena.
-No, gracias, no tengo hambre, subiré a mi habitación, no me siento del todo bien.- Hable lo más normal que pude.
-Bien hijo, si necesitas algo estaremos aquí.- Hablo mi padre y yo comencé a subir las escaleras.
-Te Amamos hijo...- Sonó la voz de mi madre y sentí como mi corazón se rompía y un par de lagrimas calientes bajaban por mis mejillas, corrí al baño y cerré la puerta, me miré en el espejo con las manos apoyadas en el lavabo, mis ojos estaban rojos, mi cabello desordenado y mis labios secos.
-Maldita sea Alex, eres un desastre.- Susurré y tome las pastillas, mire el frasco unos pocos minutos y lo abrí, puse en la palma de mi mano unas cuantas, temblaba, gotas de sudor bajaban por mi frente, lagrimas rodeaban mis mejillas, solté un par de sollozos bajos y puse las pastillas en mi boca, pegue mis labios a la boquilla del grifo y lo abrí tragando algo de agua, me mire de nuevo al espejo, corroboré que era un maldito desastre, tome otro puño de pastillas y repetí lo anterior, lo hice hasta que el bote quedó completamente vacío, me sentía extraño, mis ojos pesaban, me reí un poco y luego empecé a llorar fuertemente, escuché pasos rápidos y desesperados aproximarse, tocaron la puerta, mamá y papá, caí al suelo, estaba fuera de si.- Lo siento tanto...- Logre susurrar y mis ojos se cerraron, ya no veía, sentía ni escuchaba nada ¿Había muerto ya? No lo sabia, solo sabia que estaba tranquilo, no sabía si mis padres ya estaban en el baño, no sabía nada, solo sabía que estaba tranquilo.

La muerte, nunca había imaginado cómo sería estar muerto, quería saberlo, quería saber que había del otro lado, quería morir de una vez, tal vez a muchos les importe, tal vez a muchos no, no se como expresarlo, Dios mío, no era mi hora ¿Como lo supe? Por que abrí los ojos lentamente encontrándome con una luz cegadora, mire a mi alrededor con lentitud, suero, agujas, enfermeras, estaba en un maldito hospital ¿Que demonios hago aquí? Yo debería morir, o eso pensaba, no era mi hora.

Una enfermera muy linda me miro y me sonrió cálidamente, era muy bonita, me pidió que no me moviera y me puso una inyección, no sabía que era y no quise preguntar.

-¿Y mis padres?- Mencioné con debilidad.
-Ellos están afuera esperando por ti Alex.- Volvió a sonreír y me acaricio la mejilla con su pulgar tiernamente.
-¡Alex!- Exclamó mi madre, se me acercó y me abrazo, no le correspondí el abrazo, lloraba, mis ojos de cerraban, me sentía muy débil, visualicé a mi padre parado junto a mamá, me miraba con tristeza y furia al mismo tiempo, estaba también mi hermana, estaba sola afortunadamente, no quería ver ni saber absolutamente nada de Jason.- ¿Por que Alex? ¿Por que?- Mi madre no dejaba de llorar ¿Como le explicaría esto? ¿Como le explicaría mi intento de suicidio? ¿Como le explicaría que el novio de mi hermana abusó de mi? ¿Como le explicaría que estaba harto de vivir? ¿Como lo haría?
-L...Lo siento.- Lágrimas calientes recorrieron mis mejillas lentamente, me sentía fatal, no solo físicamente, si no también sentimentalmente, sentía un vacío en el corazón, me sentía triste, enojado, débil, impotente, me sentía de muchas maneras.
-¿Quien te obligo a hacer esto cariño? Dímelo por favor.- Suplico mi madre.
-M...Mamá...- Lloraba.- Estoy harto, todo en la vida me sale mal, todos me desprecian, me siento solo... Ya no quiero vivir así...- Mi madre quedó atónita y miro a papá, no sabían que hacer, en ese momento Jason entro en la habitación, mi corazón se aceleró y tragué saliva, sus ojos me miraban fijamente, me sentía extraño, acosado, débil y usado, no entendía por que... Tiempo después lo descubriría.