Los martes no solían gustarme. En parte porque era un día lo suficientemente alejado del fin de semana, en parte porque la pila inicial de los días de descanso parecía haberse desgastado el lunes. Fue por eso que declaré en la casa el martes como "El día de los Hot Cakes".
No importaba que tuviera que pararme una hora antes, no importaba que hiciera frío, calor o que me quedara sin mi taza de café con leche esa mañana por usar la poca que quedaba en la mezcla... Los martes siempre eran de Hot Cakes... al menos para mi, Ismael prefiería desayunar otra cosa
Ese martes salté de la cama toda la actitud noventera y una canción en la cabeza que no me podía sacar, así que puse el celular en el bolsillo de mi pijama, los audífonos en mis orejas y mis pantuflas de gatitos negros en mis pies. Todo estaba listo para iniciar el día de la forma más feliz en que una clasemediera de la sub-especie Godínez pudiera hacerlo: bailando "La Calle de Las Sirenas"
Muchos más siguieron en la lista: el Pobre Soñador, un Zombie y por supuesto que seguí hasta "Tonight", porque nadie te hace soñar despierta como lo hace Billy Corgan.
Ismael pasó junto a mi esquivando casi con maestría mis pasos de baile, él siempre fue mucho más sobrio e intelectual, no que fuera aburrido, al contrario; a su lado disfrutaba de los mejores chistes de matemáticas y computación, devorábamos los programas de humor complejo o elevado y alguna que otra broma de un cómico contemporáneo. No obstante, eso de bailar nunca fue lo suyo y estaba bien, porque la única vez que lo intentamos nos veíamos sumamente extraños ¡No encajábamos! Teníamos estilos muy distintos. Su lado metódico y mi parte caótica entraban en visible conflicto de inmediato
-¿A qué debo que mi locutora favorita esté tan feliz hoy?... Además de los Hot Cakes de los martes-tomó su taza gigante de todas las mañanas y la llenó con agua
-A que ya decidí mi tema para el concurso-contesté colocando a uno de los suculentos panecitos en el plato que resguarda el resto, para después hacer algunos pasos de baile muy noventeros propios de la coreografía de la "La noche se mueve"
-¡Eso es genial Amor! ¿De qué será?-Ismael puso la taza en el microondas y presionó algunas teclas
-Es sorpresa pero seguramente te encantará-tomo asiento en la mesa y vacío medio bote de maple en mi plato
-¡Suena como algo retador!-contestó él recargado en la barra de la cocina
-¡Te conozco! Sé que te gustará-
-Entonces tendré que escucharlo ¿Ya te dieron hora?-Mi novio sacó del microondas su taza humeante y a ella agregó una bolsita de té, un poco de azúcar y sacó una cuchara del cajón, para después acompañarme a la mesa
-No, pero la próxima semana lo harán-Tomo un sorbito de su té y él lo retira para evitar futuros hurtos
-Entonces mantenme informado pequeña ladrona-le sonrío con ternura
-Solo si prometes preparar una taza de té para mí mañana-Ismael suspira, me entrega su bebida y se dispone a preparar una nueva para él
-¡Si no te quisiera tanto, Eli!-dice poniendo otra vez una taza en el microondas
-Me debías una, ayer tu te acabaste mi café con leche-lo miro con una sonrisa mientras él se hace el desentendido
-No sé a que te refieres, cuando yo llegué a la mesa la taza ya estaba vacía-le enseño la lengua y él se ríe-Eres como un lindo Hamster cuando pones esas caras-agrega él y yo refunfuño
Él estaba a punto de seguirme haciendo burla cuando mi celular anuncia una notificación, los dos nos miramos curiosos
-¿Tu mamá?-miro la pantalla y niego con el rostro serio
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A UNA LETRA DE DISTANCIA
RomanceEli tiene años sin ver a Israel. Todo ese tiempo ha cargando en el pecho la duda de qué fue lo que los separó, sin embargo, por casualidad se encuentran en un café, y tras una tarde todo parece sacudirse en su vida. ¿Será que al fin o tenga respues...