Oneshots (Eldarya y Cdm)

Llegada

Tercera parte de Secreto TwT

***

—Iremos a la isla de Memoria.

—¿Porque iremos ahí?

—...

Lance no me volvió a dirigirme la palabra. Por el cansancio, o seguramente por el sueño, me desmaye. Al despertar, estaba atada a un mástil. Me lo hubiese esperado. Si Lance ya me había encerrado en mi habitación, ¿Que más seguía? Sentí su sombra llegar silenciosamente, sobreesaltandome al darme cuenta de su presencia. Sin saber porque, me acurruque contra el mástil. Sería por miedo. ¿Miedo de que? El no me haría nada. Quiero decir... Después de sus palabras, ¿Existía algo peor para decirme? Me sorprendió cuando acercó una cantimplora a mi rostro. Lo mire confundida, por si no era demasiado obvio.

—Bebe.

Moví mi cabeza, negándome. El molesto, tomo un trago y se acercó a mí.

—¿Q...que haces?

—Si no te tomas la maldita agua, me veré obligado a hacer lo mismo que hizo mi hermanito con la poción. ¿Recuerdas? (io: Ah, el amor xdxdxdddd se pasa de vergaaa)

No le respondí. Por ese comentario, me dieron ganas de llorar. Pero no lo haría... Sin darme cuenta, agarro mi mentón con fuerza, haciendo que mi boca se abra. Vertió el agua, y por la sorpresa, me empecé a ahogar. Se detuvo y con sus dedos limpio delicadamente mi rostro. Mi rostro se había secado, pero él no paraba de acariciarme. Luego su mano fue a parar a mi ojo. Una lágrima se estaba asomando. Me vio con lástima. Aparte bruscamente el rostro, mirando al suelo.

—Lo siento... No quería decir...

Se calló, y yo aproveche en darme vuelta para mirarle el rostro.

—En verdad lo lamento.

Después de decir eso último, sus labios se posaron en los míos, en un tierno beso. Yo no le correspondí. Se separó de mi.

—¡Lo siento! No te quería besar... Quiero decir que yo...

—Ya cállate, y vete.

Sin añadir nada más, se fue. Rápidamente anocheció, y me asignaron una habitacion. A petición de Lance, me quería tener vigilada, por lo que pidió un cuarto con dos camas. Esas eran las únicas dos camas en todo el barco. ¿Y sus complices? ¿Donde dormian? El salió de la habitación, diciéndome que no me tarde en cambiar con ropa más ligera que había dejado en la cama. No era la primera vez que yo me cambiaba delante de él. Pero ahora es diferente.  Cuando me acerque a la ropa, la identifique inmediatamente, era una de las muchas pijamas que tenía. Aún recuerdo cuando el se la llevó.

5 meses atrás

—¡Que haces en mi habitación! Habíamos quedado en que los encuentros serían en la noche. Aún falta una hora para que anochesca.

—Resulta que uno de estos días, te puedo secuestrar.

—¿Así?

—Si. Y debes llevar todo lo necesario. Ropa, comida... ¿Que es eso?

—Una paleta de maquillaje. Me la regaló Miiko. Pero no la uso.

—Perfecto, no me gustaría que arruines tu lindo rostro.

—¿Viniste para algo?

—Para ir llevándome tus cosas.

—¿Que te llevarás?

—Ese pijama.

Rápidamente, agarro un pijama encima de mi cama.

—Damelo. Me lo iba a poner.