Tan solo quería un jugo, fui a la esquina de la cuadra, había un lugar de jugos muy bueno. Caminaba normal, mi cabello azul se movía con el caminar, yo era muda, desde que nací, así que ver era mi única opción, para mí ver era como estar en una película, en vivo y en directo.
Solo me faltaba unos metros para llegar, al lugar de jugos, cuando me tropiezo con alguien, era un chico rubio con cara de arrogante, me mira de arriba a bajo con su ceño fruncido.
- ¡Oye tu niña!- me habla el chico rubio, yo le hago unas señas que no puedo hablar, el comienza a reírse.
- Ya veo que te mordió la lengua el gato- dijo riéndose de mi, y se fue de ahí.
Yo lo veo mal, y sigo mi camino; llegó a la tienda de jugos, entro y un chico me sonríe. Camino y veo el menú, el chico se me queda viendo...
- ¿Que vas a pedir? - yo sigo viendo el menú, y le hago con una seña que pedí un jugo de patilla.
Muchos de los que trabajaban ahí se me quedaron viendo, algunos se burlaron, y uno de ellos eran el chico rubio, el que trabajaba ahí, los vio mal a los que se burlaron de mi.
- ¿Les gustaría, que se burlen de ustedes? - dice el chico que me atendió, muchos se quedaron callados - Ella es muda, habla en lenguaje de señas, deberían respetar más - concluye y yo sonrió.
Le digo que me llamo Noah, el me sonríe, y anota mi pedido.
- Un gusto Noah, me llamo Finn, el jugo va por parte de la casa- me guiña el ojo - Mi turno termina en un rato si quieres vamos a ir a tomar un café o ir al cine.
Yo asiento con la cabeza y el me entrega el jugo.
