En las peores guerras siempre hay amor [FANFIC ALBERTO×MACRI]

Capítulo Cuatro: Negación

Han pasado un par de días desde aquel inolvidable acontecimiento....

Pero, aunque me cueste, tengo que dejarlo pasar y evitar que algo así suceda nuevamente. No puedo permitirmelo, nuestras ideologías son totalmente opuestas y los dos buscamos ocupar el mismo lugar: el de presidente.

Solo que es tan difícil superar al mismísimo Señor Presidente de la Nación... Literalmente oigo hablar de él en todos los medios. Su voz y sus gemidos están presentes todo el tiempo en mi cabeza, al igual que sus bellos ojos cielo con los que me miraba aquella vez cuando tenía absolutamente todo mi miembro metido en su boquita.

Además, debo escuchar a Cristina constantemente insultándolo y regocijando sus errores. Cada vez que lo menciona me pongo nervioso y temo que pueda llegar a descubrir lo que tuve con Mauricio. Soy muy obvio. Y ella muy inteligente. Era cuestión de tiempo para que comience a sospechar....

Un día Cristina estaba hablando sobre él y de como íbamos a vecencerlo. Yo, nervioso y sin mirarla a los ojos, asentía con la cabeza y solo me limitaba a decir: "mhm, sí..."

Ella para bruscamente la conversación.

-"Alberto."- Me dice con un tono firme y muy serio. Me saca de mis pensamientos y dirijo la mirada hacia ella rápidamente.

-"Estás muy pensativo últimamente me parece..."- hace una breve pausa y continúa con una pregunta. -"¿Qué es lo que te pasa? Estás distinto desde el segundo debate. ¿Acaso pasó algo allí?"-

Mi cara de hombre alarmado al cual lo han descubierto no pudo disimularse, pero hice lo que pude.

-"N-no pasa nada Cris"- dije con tono culpable-"Solo estoy ansioso por este domingo eso es todo..."

Claramente algo sí había pasado y ella terminó de confirmarlo con mi mala actuación de que estaba todo correcto.

-"Esta bien"- Dijo ella- "Mañana tenemos que seguir con la campaña y quiero que desprestigies lo más que puedas al hijo de puta de Mauricio Macri."- Hizo una pausa, más prolongada que la anterior y gregó: "Ah! Y dentro de unos dias cerraremos campaña en Mar del Plata, allí no quiero que lo desprestigies ni difames ni nada. Allí quiero que lo DESTROCES."- Tomó una copa de agua y agregó:

-"Quedó claro ¿No, Alberto?"

-"S-si."

-"Genial"- Agarró sus pertenencias y de retiró de la sala con pasos firmes y furiosos.

Quedé totalmente atónito y alarmado con lo que acababa de pasar. Cristina me descubrió, sabia que pasó algo y, aunque no supiera exactamente qué, bastó para advertirme y meterme presión.

La situación me dio muchísimo miedo, y ahora sí me propuse a olvidar todo lo que paso aquella noche del segundo debate. Lo siento Señor Presidente, esto es una guerra. Y claramente la tengo que ganar.