Las sombras se detuvieron a centímetros de su cuerpo. El corazón le latía a mil. ________ pensó moriría por un paro cardiaco antes de que alguno de ellos le llenara el cuerpo de balas. Su piel se erizó del miedo e intentó ocultarse más, inútilmente. Frente a ella se detuvo un hombre alto, vestido de negro y armado con una pistola. Entre medio de la oscuridad vio que sonreía.
―Miren lo que tenemos aquí, muchachos.
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― ¿Cuándo? ―preguntó Justin impaciente.
Llevaba quince minutos frente a la salida trasera de la empresa “Butler Designs” y nada. Habían encontrado una camioneta negra oculta entre un montón de arbustos pero esta esta vacía. Debían estar adentro y él sabía, según el informe que había llegado de una estación de policía no muy lejos de aquí, que una mujer había llamado informando que había un hombre armado. Y ella ha de estar allí, sola. Si es que ya no está muerta.
―Los refuerzos llegaran dentro de diez minutos.
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El hombre extendió su brazo hacia ella y la agarró con fuerza. Al _______ no poder resistirse, tambaleándose se puso de pie. El hombre la atrajo hacia él y la empujó hacia los demás. ________ se encontró con cuatro hombres más desnudándola con la mirada.
―Oh, vaya. Pero qué preciosura ―comentó uno de ellos.
―Que bombón, ¿nos la quedamos? ―agregó otro.
________ soltó un jadeo de nerviosismo. El hombre que aún la sostenía del brazo le sonrió. Ella sintió como su estómago daba vueltas.
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Justin observó su reloj. Diez minutos era demasiado. Había una vida que corría peligro y detestaba perder a alguien. Revisó su móvil. Ninguna llamada. Alguien debería llamarlo para avisarle que los refuerzos estaban cerca. Nada. Ni siquiera un mensaje.
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―Creo que podríamos disfrutar de ella antes de matarla.
________ reprimió un sollozo cuando aquel hombre la golpeó contra uno de los archiveros. Metió su mano por debajo del vestido y le tocó los muslos. ________ forcejeó para liberarse de él, pero fue inútil. Sus pequeñas y frágiles manos no pudieron detenerlo. Él seguía tocándola, hambriento, mientras ella se tragaba un grito de asco. Rebuscó entre su cinturón. Necesitaba hallar algo para librarse de esto.
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El móvil de Justin vibró en su mano. Lo contestó de inmediato.
―Bieber.
―Los refuerzos están cerca, señor.
―Entendido. Que se preparen para entrar de inmediato.
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Con sus dedos acarició el mango del arma guardada en el cinturón de aquel hombre que la seguía tocando. La tomó con fuerza lentamente y cuando la tuvo bien colocada en sus manos, la fue subiendo lentamente por el pecho. El hombre se tensó de inmediato al sentir el arma presionando contra su entrepierna. Fue alejándose lentamente.
―Dile a tus amiguitos que suelten sus armas o disparo ―habló ella con firmeza.
El hombre tragó saliva cuando ella presionó aun más el arma contra su entrepierna. Hizo un movimiento con la cabeza y a continuación escuchó las armas caer al suelo. _______ dio volteretas imaginarias mientras se daba una palmadita en el hombro.
―Hacia atrás o juro que disparo.
El hombre no lo dudó ni un segundo. ________ alzó el arma y la presionó contra su pecho, haciéndolo retroceder unos cuantos pasos más.
―Al suelo ―dijo ________.
Ella se sintió poderosa, temeraria, y le daba gracias a su padre por haberle enseñado a disparar y sobre defensa personal. Los cuatro hombres se recostaron contra el suelo, dándole oportunidad a _______ de alejarse de allí. Pero en cuanto le dio la espalda a uno de ellos, la sostuvo del brazo y le quitó el arma. _______ chilló y cayó al suelo. Por suerte, le dio tiempo a tomar dos de las armas y le apuntó. Vio que él iba a disparar.
Y ella disparó primero.
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―Vaya usted con la mitad del equipo por la puerta de enfrente. Me iré con algunos más por la puerta de atrás y…
Justin se obligó a callar. Había oído un disparo. Luego otro. Mierda.
― ¡Ahora! ¡Entremos, ya!
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________ comenzó a correr hacia la única puerta que podría alejarla del peligro en ese momento: la puerta de atrás, la que daba directamente al basurero. Para su desgracia estaba cerrada. Nerviosa, considerando que dos de ellos la venían siguiendo armados, comenzó a disparar a la cerradura. En cuando vio que había quedado destruida, le dio una patada y salió del edificio.
Las luces blancas la enfocaron de golpe, dejándola ciega por unos segundos.
―Baje el arma, está rodeada.
Al oír esa voz, _______ se repuso de inmediato. Buscó un punto ciego por el cual mirar directamente al rostro de la persona que la miraba.
― ¿Qué la baje? ¿Está loco?
Tras su espalda escuchó paso y dos disparos. Se apresuró a marcharse de la puerta. Pero, para su desgracia, la habían sujetado de la muñeca. ________ presionó fuerte el arma y golpeó con ella la mano de su agresor, golpeándose a su vez ella. Soltó un chillido de dolor y dio dos pasos hacia atrás al liberarse de aquel agarre. Cayó sentada en el suelo mientras se quejaba del dolor. Oh, Dios. Como le dolía. Soltó unas lágrimas de dolor y, a consecuencia del bajón de adrenalina y el no haber comido, se desmayó.