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Ari.

Ya pasaron 3 años, desde que llegué a la vida de Temo. Muchas cosas han cambiado, ya no soy el niño inmaduro, bueno aunque apenas cumpliré los 16 años, cosa que nunca alcanzara la madures de Temo, pero he tratado de cambiar y poder estar un poco más a su altura.

Bueno en cuanto físico, el cambio ha sido bastante grande. Ya soy más alto que Temo, y mi cuerpo es más ancho, se puede decir que he ganado más fuerza, ya no tengo cuerpo de niño.

Ante esto, mi relación con Temo se ha fortalecido bastante, ya es más cariñoso conmigo y más expresivo, me a dicho que lo rescaté su vida y eso me hace sentir orgulloso. Lo amo tanto, que estoy agradecido de que me haya deseado en esa fuente.

Actualmente, mi Temo a terminado su carrera en la política, y estoy muy felíz por ello; ya tiene un empleo, de cual goza mucho. Mientras yo ya pase a la preparatoría, apenas mi primer año, con la ayuda de Temo.Los fines de semana, por las mañanas Temo sale a trabajar y yo lo hago de la misma manera, tomé un trabajo en un centro comercial, y me va muy bien. Toda las tarde de la semana solo son para mí y para Temo, es nuestro tiempo para nosostros mismos.

-Por que la prisa, ¿acaso tienes que preparar una cena romantica para tu novio?-  escuche decir  a Jerry, el cual tenía razón. Esta tarde tendre un  momento especial con Temo.

-A si es Jerry, hoy voy a sorprender a mi Temo.- dije guiñendo un ojo.

-A picarón, ve por él tigre.- los dos reimos por el último comentario.

Y así fue, rápidamente me dirigí a la casa, prepare una cena muy elegante. Temo fue quien me enseño a cocinar, y lo hago con mucho gusto. Todo estaba listo, la comida, un postré, un poco de vino(aunque dudo que Temo, me deje tomar vino). Bueno tiene que lucir elegante, es para Temo.

No paso mucho tiempo, y Temo llego a la casa. Lo primero que vi me emociono mucho, la cara de mi pequeño relucia con exprexión sorpresiva.

-¡¿Qué es todo esto Ari?!- preguntó, mientras me acercaba a él.

-Es un pequeño relago de mi parte, quise concentir a mi pequeño.- conteste con picardia.

-¿Pequeño? Te recuerdo que aquí, el mayor soy yo.- dijo rodando los ojos.

-Si pero... tu sabes que yo soy el de arriba.- dije con mucha burla.

-Aristoteles, te recuerdo que yo soy quien mantiene esta casa, te mantengo a tí y tengo....-

-Eso por ahora, después seré yo. Además quien es el que tiene la iniciativa.- interrumpí descaradamente.

-Eres un pervertido.- dijo sonrojado.

-Si pero soy tú pervertido. Bueno ya, vamos quiero que disfrutemos la ocación.-

Nos sentamos a la mesa y degustamos el pollo al horno, que tanto trabajo me costó. Obiamente recibí alagos por parte de Temo, y para pasar los bocados quise abrir el vino.

-¿Acaso vas a tomar eso?- dijo en tono de advertencia Temo.

-Claro, solo es para pasar el rato. No es peligroso.-

-Estas bajo mis ordenes, obio no vas a tomar ni un poco.- rápidamente me arrebato la botella, y yo traté de quitarsela, pero fue imposible.

-Pero...y yo que voy a tomar.- hize un puchero, pero este fue en vano.

-Agua de limon, o refresco tú sabes.- comentó destapando la botella y sirviendo un poco de vino en un vaso.

-¿Qué? ¿Y tú porqué si?.- dije mirando, como sorbia un poco de esta.

-Porque soy mayor, además solo sera poquito. Mmm esto realmente esta bueno.- dijo relabiondose los labios.

-Es injusto.- susurré.

-Pero así son las reglas, cuando seas mayor de edad podras beber.-

Seguimos hablando y serví un poco de gelatina como postre. Aunque tenía mi inconformidad, pero que se le iba hacer. Aveces parecemos pareja, y otras padre e hijo. Bueno, al menos creo ser un hijo bueno.

-Ari....¿porque...estas tan lindo?- preguntó Temo con cierto cambio de voz. Y apenas me daba cuenta, de los dos habíamos perdido la cuenta de cuantos tragos se tomó.

-No lo sé, tal vez la mamá del otro Aristoteles es muy linda y de ahí lo saque.- conteste muy simple.

-Ah, si Amapola....... es una mujer muy linda......lastima que Aristoteles fuera un idiota.-

-Oye, yo soy Aristoteles.- comenté con impresión, nunca había escuchado una palabra así de Temo.

-Si pero tú......... eres lindo........ y tierno.- Temo dejo si silla y torpemente camino hacia mí. Yo intente pararme para evitar que se callera, pero el logró estabilizarse.

-No te pares.....yo estoy bien.- Temo se sento sobre mis piernas, qudando frente a frente. Algo que me hizo sentir incomodo.

-¿Qué....Temo.....que haces?.- pregunté sonrojado y sacado de onda.

-Tranquilo Ari...... solo quiero que me arruyes.- recosto su cara en mi pecho, y sus brazos rodearon mi espalda.

-Pero.....-

-Solo acaricia mi cabello.- ordenó y yo asi lo hize. Su cabello era suave y su olor era muy agrdable, nunca me hubiera imaginado a Temo de esta forma.

-Hueles muy lindo Ari. No quiero que nunca me dejes.- 

-Claro que no la haré.- conteste a su imprudencia. Estoy enamorado, de Temo y esa es mi único interes.

-Quiero que......duermas conmigo.- hace tiempo Temo y yo, decidimos que lo mejor era separarnos de habitación. Al principio me costó mucho, pero llovian almoadas si intentaba meterme a su cuarto.

-Enserio, claro Temo. Me encantaría.- dije con los ojos brillosos.

-Pero cargame.....como lo haces......me gusta mucho.- así lo hice, lleve a Temo ente mis brazos y con cuidado lo baje a su cama, me recoste a un lado su suyo, y sus manos rápidamente me rodearon. Temo cayo dormido, tal vez no sería mala idea darle vino mas seguido. Contemple su rosotro dormido y no pude evitar dejar varios besitos por sus labios, frente y mejillas.

Al día siguiente.

-Auuuch, auuch.- escuché quejarse a mi pequeño.

-Y fuiste tú, el que dijo que es malo tomar.- dije entre risas.

-No me hables porfavor, me duele mucho la cabeza. Apenas me tomé tres.-

-Aja, si como digas. Bueno, pero eso sí te pusiste bien romantico.-

-Que gracioso. No quiero vino en tus regalos.-



¿Deseo erroneo? (Aristemo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora