Resumen: Lan Xichen debe recitar el sutra de la paciencia y la virtud; aparte, enseñarle a Jin Ling.
Notas: sin advertencias, por el momento.
Más allá de las palabras
Descubrimiento
Ha transcurrido varios días desde el primer encuentro de Wei WuXian con Jin Guangyao. Es miércoles, el sol del mediodía penetra con fuerza indicándole que el astro rey, esta estación, será decididamente insoportable. Lan Xichen comprende por qué: la contaminación, la maquinaria, lo único que genera es más basura y desecho. La situación debe comenzar a pesar cruentamente en algún momento.
Luego de cavilar, de pensar que probablemente transcurra un tiempo hasta que logre entablar una sincera conversación con Jin Guangyao, Lan Xichen ha decidido retomar sus asuntos laborales. Trabaja como presidente financiero para una cadena automotriz japonesa con sede en China. La ventaja de su trabajo es que puede cambiar de provincia si realiza la debida solicitud. Siendo una empresa tan grande, resulta beneficioso que olviden su nombre, su fisionomía.
Pero si Lan Xichen es sincero consigo mismo: está cansado.
Antes, cuando la tecnología apenas comenzaba a tener auge, era más fácil pasar desapercibido; era más fácil que la gente olvidara y creyera que simplemente un familiar cercano al antiguo empresario, lo está supliendo debido a que, en ciertas empresas, aún se conversa el traspaso del puesto cuando concatena el profesionalismo junto con la sangre.
Pero ahora, donde existen plataformas virtuales llamadas redes sociales; donde con un aparato te pueden grabar, exponiendo intimidades; donde en cada esquina hay una cámara de vigilancia para salvaguardar la vida de los inmorales que han ido surgiendo debido a la deleznable economía... Lan Xichen ha llegado a la dolorosa conclusión de que, por primera vez en su existencia, debe ir en contra de los paranoicos preceptos designados por Lan Qiren, y establecerse en algún sitio, montar un pequeño negocio familiar, algo que quede, algo que perdure.
Quizás así logre dejar de saltar de un lado a otro en la búsqueda de ser finalmente.
Algo que sea significativo para él. Lan WangJi tiene a Wei WuXian. Ellos pueden viajar, desaparecerse si así lo prefieren. Lan Xichen está consciente que no lo han hecho para no dejarlo en soledad con un Jin Ling y un Lan Sizhui que cada vez pasan más tiempo fuera de casa que dentro, con su familia.
Incluso, aunque suene risible, Lan Qiren está haciendo su propia vida fuera. Ha conocido a alguien, todos lo saben, pero Lan Qiren se niega a decir quién, se niega a admitir que no falta mucho para que él también se marche.
¿Y qué pasará con Lan Xichen cuando todos hagan su vida? ¿Qué hará él cuando se percate que la soledad es su única compañía? Lan Xichen no teme a quedarse solo, no teme a viajar, perderse por década en la búsqueda de sí mismo.
Incluso, consintió hacerlo, llegó a hacer planes que sólo lo incluían a él.
Pero todo eso quedó en el pasado cuando supo que Meng Yao está vivo, respirando, sonriendo. Quizás no por él, no para él; pero Meng Yao está ahí y eso es suficiente motivación para que Lan Xichen abandone todo ideal que tuvo plasmado para su vida. Ahora, cada vez que se imagina armando un negocio, algo afín a su persona: como una librería, idealiza los momentos que compartirá con Meng Yao, en las veces que lo contemplará leer un libro, lo escuchará leerle algún cuento particularmente interesante.
YOU ARE READING
Más allá de las palabras
FanfictionLan Xichen ha conservado la eternidad como compañera. Cien años han transcurrido, la tumba donde reposan sus restos no es más que un cascaron vacío de eterna soledad. A esos cien, se les ha sumado otros tantos... y cuando menos se lo espera, la inmo...