Capítulo 09 - Imposibilidades

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Resumen: Lan Xichen y Meng Yao avanzan en su relación.

Notas: ¡hola! Disculpen la tardanza, he pasado por muchas cosas, pero he aquí el capítulo. ;;

Disculpen los errores, estoy ocupada sakjkdhkas prometo ser más diligente.

(siempre digo eso)


Más allá de las palabras

Imposibilidades


El sol nace, cada tiempo transcurrido, se alza un poco más sobre las inmensidades y ahora, imponente sobre el firmamento cerúleo, calienta con intensidad el rictus de aquellos que están despiertos, dispuestos a contemplarlo con sopor y no hastío.

Son pasadas las diez y media de la mañana y Lan Xichen abre los ojos. El despertar de Lan Xichen es lento, parsimonioso, pero su cerebro se activa de inmediato. Por eso, cuando abre sus ojos y nota que afuera de su habitación, el cielo añil resplandece con esplendor, se sienta rápidamente sobre su cama y el recuerdo de la madrugada anterior lo golpea con violencia, arrebatándole el aliento dolorosamente.

Un rictus de dolor, culpa, vergüenza y odio por sí mismo lo invade con rapidez. ¿Cómo pudo permitir propasarse de esa forma? ¿Cómo pudo permitir que el milenio alimentara la bestia interior y cometiera semejante vejación?

¿Cómo pudo?

Rápidamente se incorpora, pronto sintiéndose mareado. La desnudez se esboza burlonamente en su piel y la sábana de seda cae al suelo, deslizándose con cuidado, haciéndolo consciente de cómo el sudor seco se adhiere a su piel junto con los restos de su anterior excitación.

Su primera vez... y la de Meng Yao... no, su ahora es su A-Yao.

Cierra los ojos, frunce el ceño y oculta su rictus avergonzado con la palma de sus manos.

Todo huele a excitación, huele a Meng Yao, a él. Se siente el calor en el aire y lo más humillante de toda la circunstancia es que aún sigue semi-duro.

Chasquea la lengua, pero en ese momento la puerta se abre develando la figura silenciosa de Meng Yao ingresando a la habitación. Meng Yao se detiene en el umbral, aún la mano sujeta al pómulo de la puerta. Toda su vestimenta deliberadamente demasiado grande para ocultar lo que Lan Xichen sabe, hay bajo eso.

Por un instante se contemplan en silencio, un silencio largo y espeso. Lan Xichen es incapaz de sentir más vergüenza por yacer desnudo frente a Meng Yao con el latente recuerdo de la madrugada anterior en medio de ellos aún quemando con fuerza e intensidad. Lan Xichen debería sentir apocamiento, respeto por sí mismo y por el bienestar de Meng Yao para ejercer el correcto deber de adecentarse y tener una conversación.

Pero Lan Xichen contempla a Meng Yao y todo lo aprendido se olvida, los preceptos enseñados por su clan, las reglas más importantes se desvanecen de su mente como un arroyo manchando la tinta recién dibujada sobre el lienzo de su vida.

Lo vislumbra, bebe cada reservada expresión y un protervo ardor se acentúa con fuerza en la zona baja de su vientre, endureciendo aún más su miembro, llenando de sangre la punta que se concentra con sinuosidad en su cabeza, lentamente irguiéndola.

La parte sensata de Lan Xichen se reprende por tal muestra de acciones impuras. Piensa, con desazón y ansiedad, que debe recluirse una buena temporada para depurar todo lo malo, lo erróneamente aprendido y ser un hombre de bien.

Más allá de las palabrasWhere stories live. Discover now