Un nuevo juego con sabor a emoción

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"Quiero expresar en estas pocas líneas, la duda que me corroe por dentro.

Vivimos en un mundo de cambios constantes, eso es una verdad absoluta, pero compruebo con placer que tus ojos son la más hermosa excepción a la regla. Ámbares y brillantes como joyas, aún son capaces de transmitir la dulzura, gentileza y pasión que se esconden en tu alma.

¿Cómo puedes pensar que no te he reconocido? ¿Cómo podría olvidar tus ojos sinceros y vibrantes? ¿Cómo podría olvidar tus labios, cuando me brindaron las caricias más tiernas y profundas que hicieron estremecer mi alma? Sí, tu cuerpo ha cambiado, pero ¿cómo olvidar los cabellos siempre desordenados en los cuales enredé mis dedos incontables veces?

La belleza y el poder del fuego son innegables, inolvidables... justo como tus caricias marcadas en mi piel. Por eso, no puedo ni quiero olvidar. Mis letras son todo lo que tengo y a través de ellas te demostraré este hecho.

¿Te acuerdas del pequeño lunar que descansa debajo de mi oreja izquierda? Te encantaba besarlo porque, sin mucho esfuerzo, lograbas dejarme sin aliento. Luego, avanzando hacia lo íntimo, puedo recordar tus visitas al travieso lunar que aguarda debajo de mi pecho derecho; los suspiros salían de mi boca, dibujando en ti la más sensual sonrisa contra mi piel ardiente. Tus labios me acariciaban hasta causar un incendio que solo tú lograbas apagar para luego volver a encender... Lava ardiente corriendo por mis venas.

Pero no solo recuerdo lo que tú me hacías sentir, también están frescos en mi memoria todos los puntos de tu cuerpo que te hacían subir al cielo en el más profundo éxtasis... y cuando solías descansar de tan perfecta unión, te provocaba una vez más al visitar los lunares de tu espalda... esos que se asemejan a las principales estrellas de la constelación de Orión. Mis besos hacían germinar el fuego de tu mirada, ese ardor que arrasaba con ambos y me hacía tocar el mismo sol.

Y después de esta corta demostración, ¿qué tal esta tu corazón ahora? No te diré como está el mío porque ninguna palabra lograría englobar todo lo que siento, prefiero "mostrártelo". Los cielos saben que no miento al decirte que mis piernas tiemblan sin control al recordar una de las mejores etapas de mi vida y el ritmo de mi corazón es tal que me cuesta respirar. Ya no somos aquellos adolescentes experimentando por primera vez; hemos cambiado, hemos madurado, hemos vivido... pero nuestra esencia sigue siendo la misma. Por eso tú, Shaoran Li, aun logras causar un júbilo que me inspira y apasiona con tu sola presencia.

Entonces, luego de todo este preámbulo, realizaré la pregunta que ha estado intrigándome desde el instante en que volví a verte y negaste el hecho de conocerme... ¿Hasta cuándo seguiremos jugando este insulso juego, lobo? Y nota que he omitido el "mi" porque el tiempo me ha quitado el derecho de usarlo... No estoy en busca de una explicación, sólo exteriorizo el deseo que mi alma tiene de expresarte y demostrarte lo que aun guardo en mi interior. Mis labios están curvados hacia arriba en estos momentos por lo que sé voy a provocar en ti cuando leas esto... Entonces, lobo, ¿fin del juego?"

Había leído la carta incontables veces, al punto de memorizarla, y seguía causando el mismo furor que sentí la primera vez. Me llevé las manos al rostro y lo cubrí al sentirlo a punto de ebullición de nuevo. Sakura Kinomoto me había hecho suspirar, anhelar, sentir y excitarme con tan solo unas cuantas palabras. ¡¿Cómo diablos podía transmitir tanto?! Sabía que ella era muy buena escribiendo, pero esto... esto era otro nivel. ¡Era artillería pesada!

Mi garganta se secó al recordar el párrafo que narraba la parte de sus lunares... Lamer mis labios era inútil porque sólo ella podía calmar la sequía que su carta había causado. ¡Dios! Sakura únicamente había destacado lo que nuestras caricias causaban en el otro y eso fue más que suficiente para activar mis recuerdos y hacerme arder de ganas por ella.

Musa de chocolate y cerezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora